Aun cuando los desperfectos en el pavimento de la ciudad no se hicieron esperar a causa de las lluvias que se presentaron en la región durante los primeros días de septiembre, en el transcurso del presente año no ha repuntado la incidencia de demandas para el pago de daños en automóviles atribuibles a la presencia de baches.
De hecho, en lo que va del 2024 solamente se ha tenido que responder por total de 16 denuncias ciudadanas promovidas con ese fin, de acuerdo con lo informado por el titular del Sistema Integral de Mantenimiento Vial (SIMV), Roberto Escalante González.
Hizo notar que el punto de comparación al respecto tiene que ver con que en el último año de la anterior administración municipal el organismo público tuvo que pagar alrededor de 320 mil pesos para la reparación de diferentes tipos de afectaciones en vehículos asociados con baches, en tanto que para el 2022 la cifra se redujo a cerca de 45 mil pesos, mientras que para el 2022 resultó ser de alrededor de 20 mil, correspondientes a unas 20 denuncias ciudadanas.
El que solamente del 2021 al 2022 se haya logrado una reducción de cerca del 90 por ciento en la incidencia de quejas, lo atribuye el funcionario al avance que desde el inicio de la actual administración de inmediato comenzó a tenerse en la realización de los trabajos orientados a atender el rezago que existía en la realización de mejoras en el pavimento de la ciudad.
Recordó que es ante el Tribunal de Justicia Municipal donde los ciudadanos interesados en hacer este tipo de reclamaciones deben acudir a formalizar una demanda para solicitar el pago de daños que, consideren, fueron originados a causa de algún bache.
Para ello, el interesado debe presentar evidencia fotográfica o en video tanto del lugar en la vía pública donde ocurrió el incidente, como del desperfecto en su automóvil, y acompañarlo con el presupuesto de la reparación junto con el diagnóstico técnico.
En contraparte, en cada caso el SIMV debe presentar ante el tribunal un peritaje técnico con el diagnóstico y probable causal del daño, en el entendido de que, si al final se comprueba que el desperfecto tuvo su origen en alguna falla en el pavimento, habrá de asumir sin problemas el costo económico correspondiente.