Torreón, Coahuila.- Luego de descartar casos de agresiones o malos tratos en contra de sus usuarios, un centro de rehabilitación de personas con adicciones fue amonestado por inspectores municipales que conminaron a sus propietarios a regularizar pronto su situación, ya que no contaba con licencia de funcionamiento y carecía tanto de extintores como de certificado de fumigación vigentes, entre otras cosas.
Se trata del anexo identificado como “Génesis 40”, ubicado en la colonia Magdalenas, cuyos vecinos habían reportado que desde el interior del lugar ser habían estado escuchando algunos gritos y lamentos, por lo que personal de la Dirección de Inspección y Verificación acompañado por policías municipales acudió a hacer una detallada revisión.
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El titular de la dependencia, Raúl Rodríguez García, dio a conocer que durante la inspección el personal a cargo del centro de atención argumentó que los sonidos que alertaron a la gente habían correspondido al hecho de que un grupo de internos acababan de regresar de un retiro espiritual y estuvieron desahogando su carga emocional, lo cual se constató luego de una exhaustiva revisión médica practicada a cada uno de ellos.
El funcionario puntualizó que el lugar no fue clausurado, solo se levantó un acta por falta de documentos necesarios para su regular funcionamiento, además de que se advirtieron violaciones a la Norma Oficial Mexicana O28- SSA2 2009 para la prevención y tratamiento de las adicciones.
También mencionó que por parte del Tribunal de Justicia Municipal acudieron al anexo médicos legistas quienes certificaron que los 50 internos, hombres y mujeres se encontraban en buen estado de salud y no presentaban huellas de violencia, revisión que tardó más de cuatro horas.
El examen fue aprovechado para abrir un expediente individual, tal como lo establece la Norma Oficial Mexicana y cumplir con el manual de tratamiento obligatorio en los centros de rehabilitación de personas que han creado una fuerte dependencia al consumo de sustancias.
Cabe resaltar que los domingos son día de visita familiar en este espacio de rehabilitación, lo cual coincidió que con la llegada de los anexados del lugar de sus ejercicios espirituales y empezaran a llorar junto a sus parientes, causa por la que los vecinos alarmados llamaron a las autoridades.