Porque era fuente de recursos disponibles tanto para atender emergencias provocadas por algunos fenómenos climatológicos como para reparar materialmente los daños que de manera eventual suelen desprenderse de los mismos, tras el efecto devastador con el que el huracán Otis golpeo a Acapulco, Guerrero, el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís calificó como lamentable la desaparición del Fondo de Desastres Naturales (Fonden).
“Es lamentable la desaparición del fondo, porque en este momento es Acapulco, pero vienen más lluvias y habrá más huracanes”, advirtió.
Recordó que el estado de Coahuila de manera histórica ha tenido que atravesar por situaciones complicadas ante condiciones climatológicas adversas, entre estas períodos prolongados de sequía y en otros tiempos inundaciones, ante lo cual en el pasado los recursos del Fonden se podían utilizar para poder atender los efectos que dejaban este tipo de fenómenos naturales.
Incluso, hizo notar que algunos fenómenos se presentan de manera cíclica dentro del territorio estatal, lo mismo que en otras partes del país, donde es común que luego de temporadas de lluvias torrenciales se pongan de manifiesto temperaturas extremadamente frías, para luego dar paso a lapsos en los que se acentúan los riesgos de incendios forestales antes de que regresen los posibles riesgos relacionados con el crecimiento del caudal de distintos ríos.
Considera que desafortunadamente ante ese tipo de situaciones, la atención que se debe de dar desde la federación ha disminuido precisamente a raíz de la desaparición del Fonden, que tenía un fideicomiso precisamente para la atención de la emergencia y otro para la cubrir necesidades de reconstrucción.
De acuerdo con el Gobernador, desafortunadamente en el caso de Acapulco, donde se puso de manifiesto la falta de previsión porque no se alertó a la gente de la amenaza que representaba Otis en medio de una situación que ameritaba incluso medidas urgentes de desalojo, todo parece indicar que las necesarias labores de reconstrucción tardarán varios años e implicarán miles de millones de pesos de inversión.
Por otra parte, Riquelme Solís informó que luego de que tras el Impacto de Otis en Acapulco se conocieron reportes de coahuilenses que allá se encontraban varados e incomunicados, se ha confirmado que todos se encuentran a salvo y que la mayoría de ellos, si no es que todos se encuentran ya de regreso en sus ciudades de origen.
Mencionó a manera de ejemplo el caso de un grupo de estudiantes de la Universidad Autónoma de Coahuila, en la unidad académica con sede en el municipio de Nueva Rosita, quienes de regreso a su lugar de residencia recibieron atención médica y psicológica para constatar que por fortuna no resintieron afectaciones en su salud tras la experiencia que les tocó vivir.