Torreón, Coahuila.- Terrible situación de angustia y desesperación atraviesa Laura Flores desde hace 5 años, cuando decidió dejar a Gustavo ‘N’ (ahora exesposo), por la relación de violencia en diferentes tipos que tuvo que soportar por mucho tiempo, saliendo prácticamente huyendo del que fuera su hogar, enfrentando después el quedarse sin sus 3 hijos, que siguen con su papá a base de engaños, comentando la afectada que vive con el temor de no volverlos a ver, ya que señala que quien fuera su agresor, aprovecha su cargo como funcionario para no ser ‘tocado’ por las autoridades.

“Fueron nueve años juntos y tuvimos tres niños, hace cinco años que decido dejarlo y cinco años que estoy sin mis hijos, ahorita tengo exactamente un año sin verlos, tengo unos meses, desde junio para acá, que no sé nada de ellos, les quitó tecnología, teléfonos, tablet, ellos no tienen comunicación conmigo para nada, no sé dónde vivan, si comen, si duermen, no sé nada de ellos”, expuso Laura en medio de lágrimas.

Laura compartió cómo empezó la vida de agresiones por parte de su expareja:

“Con ofensas, empujones, cachetadas, después fueron puñetazos, amenazas de muerte constantemente, hasta llegar al grado de que mis hijos ya intervenían en las golpizas que el señor me ponía, por eso es que yo decido salirme de la casa, después él lo manejó como abandono de hogar, que no es así, él ejercía sus convivencias después de que dejé la casa, al tiempo me los pide prestados (hijos) y ya no me los regresó”.

La madre afectada, dijo que ha puesto varias denuncias en la Fiscalía y ninguna ha logrado judicializar, considerando que la misma instancia ha victimizando a sus hijos, porque a Gustavo ‘N’ le permiten que los presente como testigos: “atestiguar en contra de su madre es un delito, es algo grave que la autoridad no está previendo, presentó a mis hijos como testigos, los tres en sus declaraciones estuvieron llorando, los tres dieron la misma declaración, dejando claro que a ellos los manipularon”.

Por todas las injusticias vividas, Laura se siente abandonada por las autoridades, aunque aún le queda una esperanza con el Gobernador Miguel Riquelme, con el que ya habló: “el 11 de noviembre tuve un acercamiento con él, quedó formalmente de buscarme y desde ese día he vivido pegada a mi teléfono esperando una respuesta, ya está enterado y pido que realmente voltee a ver mi caso”.

Aún con el temor de exponer su vida, pues señala que conoce bien a su exmarido y sabe que siempre anda armado, asegura que sus hijos le dan la fuerza para seguir adelante y desde este medio les manda un mensaje: “que los amo, que voy a sacarlos de ahí, que se merecen ser felices, que se merecen estar con su mamá”.

También dirigió unas palabras a las mujeres que atraviesan por una situación similar: “que no tengan miedo, porque el miedo nos paraliza, que se arrimen a los centros de justicia, aunque sean negligentes, pero que vayan haciendo evidente lo que está pasando, porque si no denunciamos, nos quedamos en el olvido”.