Luego del lamentable deceso de un agente de vialidad que sobrevino el pasado martes por la madrugada luego de haber sido atacado a golpes por un automovilista que había sido detenido por conducir en estado de ebriedad, las autoridades municipales revisarán la posibilidad de dotar o no a los elementos operativos de la Dirección de Tránsito de algunos instrumentos o herramientas que puedan servirles de defensa y protección en caso de llegar a enfrentar agresiones físicas.
La intención es determinar si es o no factible que los agentes de tránsito porten tal vez un gas lacrimógeno, unas esposas, un bastón retráctil o algún otro instrumento para, llegado el momento, poder neutralizar a una persona que en estado de ebriedad tome una decisión equivocada, de acuerdo con lo declarado al respecto por Luis Morales Cortés, titular de la Dirección de Vialidad y Movilidad Urbana.
Indicó que dicha posibilidad se pondrá sobre la mesa de las autoridades competentes, en el entendido de que la intención es seguir lo que marcan las normas oficiales y los parámetros internacionales, considerando que la portación de ese tipo de elementos de protección no estorba, y sí pueden llegar a ser de gran utilidad cuando la integridad física de un servidor público pueda verse en riesgo.
“Hoy estamos lamentando la pérdida de la vida de un oficial, que tal vez no tuvo algún instrumento de defensa, y que si hubiera sido de otra forma ahora tal vez estuviéramos midiendo el uso racional de la fuerza para defenderse y neutralizar a un agresor”, dijo.
De acuerdo con Morales Cortés, es en las detenciones de conductores en estado inconveniente que se realizan en labores de patrullaje a manera de sobrevigilancia, donde se debe considerar la posibilidad de darle a los agentes algún instrumento de defensa y protección, y no tanto en los operativos de alcoholemia que se repiten cada fin de semana en distintos puntos de la ciudad, ya que éstos están debidamente organizados y cumplen con su objetivo bajo una logística que hasta ahora no ha dado lugar a situaciones de lamentables consecuencias.
Habló al respecto de que durante la actual administración van más de 400 operativos de alcoholemia, lo que equivale a un promedio anual de 150, mientras que se han realizado poco más de 100 en labores de sobrevigilancia.
También comentó que en lo que va de la actual administración se tiene un registro de 39 casos de agresiones físicas en contra de agentes de tránsito, de los cuales 12 se cerraron en su oportunidad con disculpas públicas por parte de los involucrados.
Cabe señalar que mientras que durante el 2022 se registraron 14 de esos casos de agresión, en el 2023 la suma fue de 20 y en lo que va del 2024 se han contabilizado cinco, entre estas el que, como nunca antes, desafortunadamente el pasado miércoles resultó ser de consecuencias fatales.
Morales Cortés dijo estar al tanto de la información que genere la Fiscalía de Justicia del Estado luego de que recién se confirmó la detención de los dos presuntos involucrados en las agresiones que sufrió el ahora finado agente de tránsito Ismael Aguilar Gallegos, con base en los resultados que arrojen las investigaciones pertinentes.