Dragon Ball, entre la violencia y los valores

Empezó a transmitirse en México en 1993

Alberto Triana | El Sol de La Laguna

  · miércoles 26 de enero de 2022

“Pese a los enfrentamientos, tiene su parte educativa”: Sara Cardoza. / Foto: Nayeli Solorio | El Sol de La Laguna

Torreón, Coahuila.- Creado en 1984, por Akira Toriyama, Dragon Ball (Bola de dragón/Esfera de dragón) es el manga o historieta japonesa más popular en el mundo, la cual, según los expertos, pese a su alto contenido de violencia, también promueve valores.

Empezó a transmitirse por primera vez en México en febrero de 1993 bajo el nombre de Zero y el Dragón Mágico, a través de Canal 5.

Sara Cardoza, vendedora de videojuegos y ánime en la Friki Plaza de Torreón, lo describe como la historia del niño Goku que entrena las artes marciales en la búsqueda de las Esferas del Dragón para conseguir la paz.

“Porque hay muchos villanos que también quieren las Esferas del Dragón para usarlas de mala manera y conquistar el mundo”.

“Goku fue criado por su abuelo en las montañas, quien al morir le deja una Esfera del Dragón con las cuatro estrellas, pero un día, mientras él sale a pescar, se encuentra con Bulma, la antagonista, quien anda en busca de las siete esferas y, según la leyenda, a quien las junta se le aparecerá el dragón Shenlong para concederle tres deseos”.

Sigue dicho manga desde que tenía cinco años de edad, ahora, a sus 29, es toda una conocedora e incluso su trabajo está relacionado con el tema.

La industria ha y sigue generando millones de pesos a nivel internacional, ya que se venden videojuegos, ropa, ánime, películas, OVAS (Original Video Animation) capítulos especiales que solo se transmiten en Japón, convenciones, figuras de colección y disfraces, entre otros artículos.

Se trata de un mercado que va en constante crecimiento y que ninguna crisis ha logrado quebrar.

“Un niño violento es por el ejemplo de sus padres, no por las caricaturas”: Sara Cardoza. / Foto: Nayeli Solorio | El Sol de La Laguna

Pese a las constantes luchas durante el desarrollo de la historia, a golpes y con armas y poderes especiales, para ella, no propicia ningún comportamiento de violencia en los niños o jóvenes, ya que esas conductas dependen más de la educación que les hayan dado sus padres.

“Un niño violento es por el ejemplo de sus padres, no por las caricaturas”.

“Para mí, ha influido en valores y enseñanzas como la lealtad, no confiar en cualquier persona, mantener la palabra, trabajar en equipo y luchar esforzarse por los objetivos. Sí tiene su parte educativa”

Al respecto, la psicóloga Judith Varela Ríos expuso que hay caricaturas que no son para niños, ya que carecen de supervisión de un grupo multidisciplinario de pedagogos, psicólogos y especialistas en la formación de los menores.

El llamado es para los padres de familia, a fin de que supervisen lo que sus hijos ven en la televisión o vía internet.

“Porque no se dan a la tarea de indagar sobre las caricatura o el anime. Es muy importante que estén al pendiente, pues les permiten que pasen las horas en un celular o Tablet para que se entretengan”.

Las consecuencias es que empiecen a generar conductas destructivas y violentas hacia ellos y con otros menores.

“En Dragon Ball hay disciplina y trabajo en equipo, pero también violencia y falta de empatía”: Judith Varela. / Foto: Nayeli Solorio | El Sol de La Laguna

“Todo lo que se obtiene de manera visual y sonidos, propician la adopción de una personalidad para simular ciertos personajes, ya que hasta llegan a identificarse”.

En el caso de Dragon Ball expuso que no solo hay que ver los impulsos de los personajes, sino su disciplina y deseo de superación.

“Goku tiene disciplina, valores, trabajo en equipo y muchas cosas que, a lo mejor, se pueden rescatar”.

“Pero también está la contra parte de que sí hay contenido violento, falta de empatía y al momento de los combates no hay piedad”.

En ese contexto, recomendó analizar los contenidos, fijar horarios para ver caricaturas y promover más actividades físicas y de sana convivencia, así como educativas y culturales.

“Hay que generar cronogramas con horarios establecidos para la televisión o medios digitales, de lectura de un libro, de deporte y descanso, además de actividades de creatividad con los medios que haya en la casa”.