Casi un siglo tiene en la Comarca Lagunera el Gota de Uva, una taberna tradicional que desde las épocas de bonanza de Torreón permanece abierta y fiel a la tradición que por generaciones se ha heredado a pesar de los cambios de propietario.
Víctor Manuel desde hace 25 años la adquirió dentro de un traspaso y ha conservado la icónica cantina que ha alcanzado fama a nivel nacional e internacional; mantiene el mismo concepto de siempre y es esa peculiaridad la que la mantiene dentro de la popularidad de la gente.
“Un siglo se dice fácil pero la realidad es que yo veo empresas en cuestión de restaurantes, bares, cantinas y cervecerías que han abierto y hasta la fecha siguen después de 60 o 70 años, pero muchas desafortunadamente han fracasado pronto y cierran al año o dos años. Este bar es conocido nacional e internacionalmente, una taberna ya viejita y hemos tratado de seguir la misma tradición en cuestión de del servicio y hasta de nuestro mobiliario que no es para nada moderno”, comentó el propietario actual.
En Gota de Uva no sólo no han entrado a la modernidad sino que no les interesa; es un negocio que busca mantener su estilo y la tradición de un bar con la manera de trabajar y de atender a la clientela que se conserva desde su fundación que data de 1930 y que lo ha llevado a ser de los preferidos del público por 94 años.
Entrar a esta cantina remonta a una época anterior; el mobiliario sigue siendo antiguo y no se ha modernizado. Una vieja rockola sigue amenizando la estancia de los clientes que en su mayoría son personas de edad avanzada, aunque también acuden algunas más jóvenes ya sea por tradición familiar o por el simple hecho de recordar a sus seres queridos que ya no están y la visitaban con regularidad.
“Aquí muchos vienen a recordar y a llorarles al abuelo o al papá que ya no están y que acostumbraban meterse siempre aquí; muchos aún viven y hasta sus nietos me piden el lugar para celebraciones, me acaban de solicitar un festejo de más de 80 años, la nieta de un cliente que recordamos con mucho afecto”, dijo el propietario del lugar.
En esta taberna aún hay muchos recuerdos encerrados dentro de las paredes, cuadros, fotos, pero sobre anécdotas que han trascendido en todos estos años; aquí grandes personalidades de la música han tomado una cerveza o una copa de vino, incluso se han aventado un palomazo para animar y complacer a la gente.
Han pasado por el Gota de Uva Vicente Fernández, José Alfredo Jiménez, Juan Gabriel, Carmen Salinas, Lorenzo de Monteclaro y Pablo Montero, principalmente.
Por ello es importante conservar la esencia y el valor de este bar; incluso no les representa una desventaja ante la gran cantidad de nuevos negocios de este giro que hay en las calles del Centro de Torreón, principalmente en el Paseo Morelos, ya que cada uno tiene su clientela determinada y como su dueño lo dijo, el sol sale para todos.
“Gracias a Dios nos va bien, no digo que siempre sea negocio hay veces que si se complica pero siempre logramos salir adelante, seguimos teniendo bastantes clientes y los fines de semana aquí está lleno; diario hay algunas personas que aunque a veces sean pocas, les seguimos dando el servicio”.
Este lugar sobrevivió también a la adversidad años atrás con la ola de inseguridad, en la que muchos bares y centros nocturnos cerraron temporalmente y otros tantos de manera definitiva; Gota de Uva nunca cerró y se mantuvo en pie pese a la poca afluencia de clientes, el miedo a sufrir algún ataque o la falta de ingresos para subsistir.
Los años dorados del Gota de Uva
Don Víctor recuerda cómo este bar fue muy conocido durante la bonanza en Torreón por los años de 1930 a 1950 aproximadamente, donde era una tradición el vivir del corte de la uva y del algodón que a nivel nacional fue una fuente de ingresos muy importante; toda esa gente que tenía como actividad sembrar, cuando ya cosechaban, venían a vender sus frutos, ya sea a mayoreo o menudeo y obtenían buenos ingresos.
“Desde los peones hasta los dueños de las tierras llegaban aquí a hacer su negocio, venían con sus esposas y las mandaban aquí al mercado Alianza a surtir su mandado mientras ellos aquí se estacionaban y se echaban su cervecita, su copa; como traían dinerito contrataban los mariachis, el norteño o en aquellos tiempos se daban mucho los tríos, quintetos, solistas románticos y bueno, pues este era una fuente de ingresos muy importante también para los músicos”.
Sin embargo, recordó que también hubo tiempos muy difíciles como lo fue la ola de violencia en Torreón y Gómez Palacio en la que mucha gente del gremio tuvo que cerrar por el temor- “Y no lo niego, tuve miedo también y no nada más por mí sino también por la gente que colaboraba en este tiempo conmigo, pero aguantamos, este bar aguantó porque muchos de aquí de mi alrededor si fueron atacados, dañados y cerraron sus puertas”.
Después de esa época fue que también se fueron los mariachis, que anteriormente tenían su punto de reunión en esa esquina de avenida Matamoros y Múzquiz en el Centro de Torreón y sus alrededores; ahora se reúnen en diferentes partes.
Tradición por generaciones
Dos familias han sido dueñas de este bar y cada una de ellas lo ha heredado por tres generaciones; la primera fue la familia De la Torre que abuelo, padre y nieto fueron quienes la levantaron; luego llegaron los Quintero que de igual forma desde el abuelo hasta el nieto lo mantuvieron a flote hasta que lo traspasó a Víctor Manuel, hace 25 años pidiéndole preservar esta tradición familiar.
No tiene duda de que pronto cederá la estafeta a alguno de sus hijos y que incluso hasta nietos y bisnietos puedan continuar con este legado para seguir conservando este lugar como uno de los más emblemáticos y populares de Torreón.
Así también entre los clientes se ha pasado por generaciones la tradición de acudir a esta cantina; a lo largo de las décadas han acudido personas y familias de todos los estratos sociales; desde los bisabuelos hasta ahora nietos o bisnietos acuden a este bar a disfrutar de una tradicional botana hecha con toda la mano y servida como en los viejos tiempos.
“Aquí se puede venir y comer bien; se sirve la botana como era tradicionalmente con un gran sazón, cocina bien hecha y hasta carnitas tenemos a veces, para que puedan estar un buen rato aquí y tomar su cervecita o bebida de preferencia. Sales bien satisfecho y con buen sabor de boca siempre”,.
Al Gota de Uva han venido de diferentes lugares del país y del extranjero; ha sido escenario también de filmaciones de cine, cortometrajes, videoclips, fotografías y es un lugar que no pierde popularidad tras el paso de los años y de no entrar a la modernidad que se vive en muchos bares de La Laguna. El secreto, según don Víctor, es precisamente que no pierde su esencia desde que fue fundado en 1930.