Torreón, Coahuila.- Ante una preocupante incidencia de embarazos prematuros, los que desafortunadamente cada vez son más comunes en la adolescencia e incluso en plena infancia, como el caso de una menor de 14 años que recientemente dio a luz a su tercer bebé en la ciudad de Monclova, la Secretaría de Educación en Coahuila reconoce que se trata de una situación que se debe abordar desde una nueva estrategia interinstitucional que, sin embargo, no podrá cumplir con su objetivo mientras los padres de familia no se involucren de manera directa y comprometida.
Al respecto, el profesor Jorge Alberto Salcido Portillo, Subsecretario de Educación Básica en la entidad, sostiene que son muchas las vertientes en las que se trabaja en los planteles de nivel básico en materia de educación sexual y concretamente en relación con la prevención de embarazos no deseados, en un esfuerzo coordinado con las autoridades de la Secretaría de Salud.
El que a pesar de ello el problema persista y se manifieste con datos estadísticos preocupantes, no implica que los programas de educación y de prevención estén fallando, refiere el funcionario, para quien, “más bien debemos ver que estamos fallando en la educación que debemos de recibir desde el hogar”.
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“Tenemos el programa de Escuela para Padres, se imparten talleres, seminarios y se dan conferencias a los estudiantes, pero todo esto no ha sido hasta ahora suficiente porque necesitamos el apoyo total de los padres de familia, ya que los principios se dan en el hogar, y si esos principios están fallando desde luego que van a fallar en el producto que se tenga”.
Salcido Portillo prefiere no mencionar cifras en relación con la frecuencia con la que se registran casos de estudiantes menores de edad que resultan embarazadas, pues refiere que los datos más confiables al respecto los registra la Secretaría de Salud, pero reitera que “estamos muy preocupados”, tanto así que se han tenido algunas reuniones con especialistas en busca de alternativas de acción, como las que se buscará agotar próximamente a nivel interinstitucional en un trabajo coordinado entre autoridades estatales y federale, donde atraer y motivar la intervención activa de los padres de familia debe ser el punto toral.