De acuerdo con el Centro de Investigación del Agua y Derechos Humanos (CIADH), así como con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en Torreón la mayoría de su alrededor de 750 mil habitantes consumen agua con altos niveles de arsénico.
Lo anterior en virtud que de acuerdo a un estudio realizado por ambos organismos el 85% de sus pozos, 95 de 112 con que se cuenta, de abastecimiento tienen altos los niveles de arsénico, porque rebasan los 10 microgramos de este mineral por litro de agua, con lo que se incumple con lo establecido en la Norma Oficial Mexicana (NOM) para el consumo.
Por esta situación, que puede causar severos daños a la población, desde el Congreso del Estado se exigió a la Comisión Nacional del Agua (CNA) y a la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris), que tomen las medidas necesarias en este municipio lagunero para garantizar un acceso al agua potable en mejores condiciones.
Al hacer este planteamiento, el diputado Jorge Arturo Valdés Flores indicó que hay una creciente preocupación sobre los efectos adversos si se consume en dosis mayores a 1.5 miligramos de arsénico.
Lo anterior es porque se puede afectar al cerebro y produce un daño cognitivo al reducir hasta en 5 puntos su coeficiente intelectual. Otro de los problemas que causa son disfunción de la tiroides, daño renal, hepático y cardiopatías.
Así, se refirió a la reciente actualización de la Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA1, enfocada en el análisis de agua para uso y consumo humano, que establece los límites permisibles de calidad y los tratamientos de potabilización del agua para uso y consumo humano que deben de cumplir los sistemas de abastecimiento públicos y privados o cualquier persona física o moral que la distribuya, en todo el territorio nacional.
Insistió en la necesidad de establecer y mantener actualizados los límites permisibles para sus características físicas, químicas, microbiológicas y radiactivas, a fin de garantizar y preservar la calidad del agua suministrada a los consumidores por los sistemas públicos y privados de suministro de agua.
Esa norma establece que las ciudades grandes deben de cumplir los estándares internacionales y no superar los 10 microgramos de arsénico por litro de agua, el objetivo de estos cambios es que el agua sea de calidad, como lo establece la Constitución Mexicana en su artículo cuarto.
“Considero importante que en coordinación la CNA y la Cofepris atiendan la problemática de manera urgente ya que se está incumpliendo con los parámetros indicados por la NOM 127 y sigue latente el daño a la salud pública de todos los habitantes de la región”, abundó.