Torreón, Coahuila.- Al plantel, no puede entrar nadie sin previa autorización de los directivos, por lo que primero hay que pedir permiso, mínimo, con un día de anticipación y especificar la actividad que se busca desarrollar.
Tras un análisis de las autoridades educativas, se designa el lugar y el tiempo que podrá estar.
Al presentarse, el nombre debe aparecer en una lista, si es así se pasa a un primer filtro de seguridad llamado ´Cámara Termográfica´ que utiliza la más alta tecnología para medir la temperatura y no debe superar los 38 grados, en caso de que exceda la persona es escoltada por un guardia que la lleva con un traje y vehículo especial hasta su domicilio para aislarla y se informa a sus familiares y a la Secretaría de Salud.
Si cumple con los requisitos, continúa a un segundo módulo que consiste en cabinas que sanitizan la cara y el cuerpo, además de pisar un tapete para desinfectar el calzado.
Para recorrer las instalaciones es obligatorio el uso de cubrebocas y careta de protección, además de la aplicación del gel antibacterial.
De esa manera, la Universidad Tecnológica de Torreón (UTT) se convirtió en un ejemplo nacional para reanudar las actividades presenciales en la ´Nueva Normalidad, tras de la contingencia derivada de la pandemia del Covid-19.
Y es que a decir del rector Raúl Martínez Hernández, son el primer plantel en México, incluyendo públicos y privados, en retomar las labores luego de más de tres meses de confinamiento. Estas medidas, empezaron a aplicarse a partir del 29 de junio.
“Se nos vinieron varios retos. Uno de ellos es que capacitáramos a los maestros para que impartieran en línea sus clases. De forma alterna, tuvimos que construir toda una plataforma para que pudieran interactuar con los estudiantes”.
“Ya trabajando a distancia, se presentó el primer dilema que era con aquellos jóvenes que carecían de computadora e internet. Por eso, la Universidad se propuso dar acceso a quienes estaban en estas condiciones, previa solicitud de cada uno de ellos y con el aval de sus papás o tutores”.
Así fue como la UTT se fue abriendo nuevamente, siempre y cuando el alumno firmara una carta compromiso para acatar los protocolos que se constituyeron ante la crisis sanitaria por parte de un comité conformado por maestros, personal del sindicato y directivos.
No obstante, el modelo de estudio que manejan exige que el 70 por ciento de la carrera debe cursarse en alguno de los 73 talleres o laboratorios, pues solo el 30 por ciento es teoría.
Eso metió a la institución en un gran dilema, pues la práctica en línea por plataformas digitales no es lo más idóneo.
“Por eso nos dedicamos a hacer una serie de adecuaciones en la Universidad que nos permitiera, en primer lugar, que adentro de la institución no debiera haber algún contagio, y, segundo, que los jóvenes vinieran y cumplieran solamente con sus prácticas”.
Como la Secretaría de Salud lo recomendó, se dividieron los grupos en 10 alumnos o menos, por lo que también tuvieron que readecuarse los horarios para que todos tuvieran la oportunidad, desde las 7:00 hasta las 21:30 horas.
“Esto nos permitió recibir a jóvenes que están en los últimos cuatrimestres y que son la preocupación más grande que tenemos, para que no vayan a egresar teniendo solamente la teoría”.
No obstante, también se automatizaron las puertas de los edificios principales para que se abran y cierren solas, a fin de eliminar el contacto con las personas.
Hasta los baños se modificaron, pues por recomendación de la Secretaría de Salud los secadores de manos por aire a presión se quitaron, para utilizar papel.
Por si fuera poco, cuentan con 130 cámaras de vigilancia y hay dos personas que en monitoreo e informan a los guardias de seguridad cuando haya varios alumnos reunidos sin respetar la Sana Distancia.
Asimismo, se entregaron de forma gratuita caretas de protección y cubrebocas a educandos y colaboradores.
“Todos los lineamientos fueron informados debidamente y quien no cumpla con ellos, con la pena, pero tenemos que retirarlo. Pero con estos esquemas garantizamos que no hay contagios. Sí somos estrictos, sí somos rigurosos, pero todo es por la salud”.
DEJA COVID-19 APRENDIZAJE DE ADAPTACIÓN A MAESTROS
Para Luz Elena López Luévanos, profesora de tiempo completo de la carrera de Mantenimiento Industrial, dar clases en medio de una pandemia no es nada sencillo, incluso, en su profesión, es lo más complicado que ha pasado en sus 18 años de experiencia.
“Aquí con los muchachos trabajamos bajo competencias y tienen que salir a demostrar en la práctica lo que han aprendido. Es diferente y quizás hasta extraño, porque estábamos acostumbrados a llegar, saludarnos y abrazarnos. Ahora eso está prohibido. Nos estamos acostumbrando y con la práctica se nos olvida que traemos cubrebocas y mascarilla”.
“Tenemos que aprender a cómo se va desarrollando la vida en general. Hay que aprender a adaptarnos, ese es el punto central”.
LA SALUD ES PRIMERO PARA LOS ESTUDIANTES
Edward Bernardo Gallardo Hernández, es alumno de Mantenimiento Industrial y está de acuerdo con todos los protocolos ante el actual entorno, pues aunque la formación escolar es fundamental en el desarrollo integral de las personas, es más la salud.
“Trabajar desde casa fue diferente, pero a la vez sabía que era bueno para nuestra salud. Ahora que regresamos a la escuela me siento más seguro, protegido y confiado con estas medidas que propusieron los directivos”.
“Aunque no podemos estar todos los compañeros juntos como antes, porque nos dividieron, con la tecnología podemos estar unidos”.
La UTT inició actividades el 14 de septiembre de 1998, actualmente tiene tres mil 700 alumnos y 343 trabajadores, además de ofrecer siete planes de estudio en Técnico Superior Universitario (TSU) y seis ingenierías.
DATO
Volvieron a las actividades presenciales el 29 de junio.
NUMERALIA
Tres mil 700 alumnos y 343 trabajadores integran la UTT.