Torreón, Coahuila.- Es importante que los padres de familia reflexionen y que generen un espacio de dialogo cara a cara con sus hijos en el hogar, para que los pequeños comprendan que lo que se está ordenando tiene que ver con que les vaya bien en la vida, así lo manifestó Roberto López Franco, profesor e investigador de la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C).
Explicó que el tema del desarrollo de la personalidad lleva distintas etapas, las principales son la socialización familiar, escolar y con amigos, en cada una de ellas existe una serie de tareas y logros que se deben cumplir, como la madurez física y psicológica, pero sobre todo la introyección de normas y comportamientos sociales y culturales, el rol del hombre y el de la mujer.
El estereotipo en términos masculinos, manifestó López Franco es donde más se les presiona que maduren en todos los sentidos, lo que genera sentimientos de impotencia, dolor e incomodidad, “porque a los hombres se nos enseña a que no debemos llorar, que debemos ser cumplidos, que tenemos que trabajar y realizar una serie de actividades para poder ser exitosos en el futuro”.
En el caso de la mujer esa exigencia va un poco más lenta, pues ella debe madurar de una manera más sólida que la del hombre, debido a que según como lo marcan los estereotipos es quien va a tener y cuidar a los hijos, “comparado con lo que se le exige a un hombre, obviamente es un poco menor esa exigencia”, explicó Roberto López.
Detalló que debido a los traumas y exigencias de padres de familia y otros grupos, cuando la gente se enfrenta al mundo real en la adultez se presentan síntomas psicosomáticos, como dolor de cabeza, caída de cabello, dermatitis, colitis, entre otros.
Uno de los traumas más comunes que sufren los hijos es la supresión de emociones, cuando son niños se les pide no llorar porque ya están grandes, y cuando llegan a la vida adulta no pueden controlar sus emociones.
Por otro lado, el regañarlo y decirle cosas como ‘No lo hagas porque otra vez lo harás mal’, le generarán inseguridad en sí mismo, pensando que si las cosas no le salen bien todos se burlaran de él.
La autoestima baja se presenta cuando se les dice que no se crea tan inteligente, pues prefieren quedarse callados en lugar de hablar e intentar lograr algo.