Torreón, Coahuila.- Más que un capricho, es una necesidad para miles de padres de familias que trabajan y que a pesar de contar con seguridad social, no alcanzaron un lugar en las pocas guarderías con que cuenta el Instituto Mexicano del Seguro Social, las estancias infantiles siempre fueron de particulares pero operaban con un esquema de subsidios de la mano de Sedesol y el DIF Nacional, por lo que ahora que se ha retirado este respaldo a los padres de familia trabajadores, muchos han tenido que dejar de llevar a sus hijos y buscar otra alternativa para su cuidado.
En Torreón son 72 estancias con casi dos mil 400 pequeños, comentó Karem Botello Soto de la Estancia Infantil “Pequeñitos”, ubicada en Rincón de los Nogales.
“Y es que, tal vez, muchos han mal interpretado la operación de las Estancias Infantiles en nuestro país, pues piensan que a éstas las mantiene el gobierno y no es así, es un negocio profesional de cuidado de pequeños que cumple con todos los lineamientos y normas de seguridad para brindar este tipo de servicio y las cuales son construidas y operadas por particulares, surgen como una alternativa de cuidado de los hijos de los padres que trabajan o bien de las madres solteras o que estudian”, reitera Botello Soto.
Las estancias infantiles operan a diario con sus permisos de Protección Civil del Estado, licencia de funcionamiento del Ayuntamiento, póliza de seguro de responsabilidad civil, certificado de la Cofepris, certificado de fumigación, tarjetas de salud para el manejo de alimentos y todos los sistemas de emergencia para la protección de los niños y niñas como son salidas de emergencia, detectores de humo y extintores.
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El máximo es contar con 60 pequeños, pues la norma establece un niño por cada dos metros cuadrados.
Las estancias infantiles son particulares, pero aclaró, operaban por años con el esquema de Sedesol y DIF Nacional quienes capacitaban y certificaban la operatividad de las mismas, debiendo cumplir con todas las medidas de seguridad para poder acceder a los famosos subsidios, que reitera, eran otorgados a los papás que los solicitaban y a quienes se les autorizaba les daban 950 pesos mensuales y a niños con alguna discapacidad mil 800 pesos, los cuales se depositaban a una cuenta especial de la estancia para abono al pago que a ellos correspondía realizar.
Aunado a este apoyo del gobierno federal, los padres de familia realizaban el pago de una cuota de corresponsabilidad de 200 pesos por semana en este caso, lo que sumaba 800 pesos al mes. O sea, la estancia de un pequeño en este lugar tenía un costo real de mil 750 pesos mensuales.
A que tiene derecho el niño con este pago, primordialmente a su cuidado, alimentación, educación, estimulación y actividades recreativas, pues se trata de pequeños de 1 a 4 años de edad, y en el caso de quienes presentan alguna discapacidad se les puede recibir hasta los 6 años.
Dentro de las reglas claves para recibir este subsidio, que ya no se da, es que los pequeños tenían que acudir como mínimo 15 días hábiles, si no se cumplía con esa cantidad no había subsidio alguno, esas eran las reglas de Sedesol.
“Hoy no queda de otra a los padres de familia que trabajan o estudian, tienen que cubrir todos los gastos, que van dependiendo de la estancia infantil de mil a mil 600 pesos mensuales. Esta situación ha provocado que un 30 a 35 por ciento ya no haya podido cubrir dichas cuotas y han dejado de llevar a sus hijos en forma lamentable”, reitera Botello Soto.
“Ojalá que el gobierno federal reactive los subsidios y que el apoyo ofrecido por el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, pronto llegue para beneplácito de los padres de familia trabajadores”, recalcó.
