En el transcurso del presente año un total de 15 autobuses de rutas urbanas han sufrido daños materiales, al haber resultado con cristales rotos y algunas abolladuras a consecuencia de actos de vandalismo registrados en distintos sectores de la ciudad.
Solamente durante el último mes ocurrieron tres de estos hechos, según lo confirma el titular de la Dirección de Transporte Público Municipal del Ayuntamiento de Torreón, Rodrigo Muñoz Montejano, quien asegura que con el apoyo de las autoridades policiacas se ha trabajado para reforzar la prevención de este tipo de hechos.
Desafortunadamente, dijo hay grupos de jóvenes que eventualmente, sin más intención que la de causar un daño, parecieran divertirse al arrojar piedras sobre algún autobús durante su tránsito por alguna colonia popular, para luego darse a la huida.
Por fortuna, dijo, en aquellos sectores de la ciudad donde este tipo de cosas han sucedido, ha bastado con fortalecer la presencia de personal de la Policía Municipal para lograr que los vándalos reincidan.
En ese sentido, comentó que una parte de los 15 ataques a pedradas que se han reportado este año en contra de autobuses urbanos, llegaron a ocurrir mientras las unidades se desplazaban por los espacios a desnivel del Sistema Vial Alianza, en el poniente de la ciudad, donde finalmente se logró que se repitieran después de que Seguridad Pública desplegó ahí puntuales estrategias de prevención.
De acuerdo con Muñoz Montejano, uno de los actos de vandalismo más recientes en contra de transportistas se registró hace un par de semanas en las inmediaciones de la colonia Las Julietas, junto a las vías del ferrocarril en el sureste de la ciudad.
De hecho, dicho acontecimiento fue el que motivó que el martes pasado, en ocasión de la celebración de Halloween, un total de siete autobuses de dos distintas rutas que prestan servicio en el oriente de Torreón, abandonaran sus recorridos para dejar de prestar servicio con más de tres horas de anticipación, ya que sus propietarios temían que fueran a resultar dañados en hechos de vandalismo que, por fortuna, no sucedieron.