La Dirección de Inspección y Verificación Municipal atiende en la actualidad un promedio semanal de entre 100 y 150 reportes de ciudadanos en contra de vecinos ruidosos, que en su mayoría se resuelven con amonestaciones, aunque también se presentan algunos casos de reincidencia que ameritan la aplicación de sanciones económicas.
Actualmente la dependencia se prepara para intensificar las acciones correspondientes al permanente Operativo Anti-ruido durante lo que resta del año, y especialmente durante diciembre, según lo dio a conocer su titular, Raúl Rodríguez García.
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Se refirió a que viene una larga temporada muy propicia para las celebraciones y la convivencia social en general, por lo que no se descarta que se genere un incremento en la incidencia de eventos que de pronto sean motivo de molestia para algunos ciudadanos que, en tales casos, con el derecho que tienen a descansar por las noches no dudarán en quejarse de sus vecinos ruidosos.
“Sabemos que tenemos una sociedad muy ruidosa, por lo que la gente que gusta de las fiestas debe tratar de ser empática con sus vecinos, porque no sabemos si hay gente enferma o personas de la tercera edad que necesita dormir, por lo cual yo invitaría a los ciudadanos a respetar el nivel de música y que lleven sus celebraciones lo más tranquilo y en paz que se pueda”, comentó.
Comentó que si aun cuando semanalmente se atienden hasta 150 reportes de contaminación auditivas, entre los cuales algunos resultan ser falsos, en la mayoría de los casos los involucrados ante una primera amonestación toman conciencia y acceden a bajarle al volumen de su música.
Es por eso que por semana llegan a levantarse solamente entre cinco y ocho actas administrativas que representan para los infractores, en calidad de reincidentes, el tener que pagar una multa de alrededor de dos mil pesos.
De acuerdo con el funcionario, se considera como contaminación auditiva la que emite cualquier equipo de amplificación de sonido por encima de los 60 y los 65 decibeles, esto de las 10 de la noche a las seis de la mañana, y de las seis de la mañana a las 10 de la noche, respectivamente, rangos que se miden fácilmente con equipos especializados con los que cuentan los inspectores municipales.