Torreón, Coahuila.- Para hacer realidad un ambicioso proyecto de modernización que además de mejorar instalaciones físicas implicará el aprovechamiento de nuevas tecnologías para facilitar trámites, agilizar procesos y contrarrestar el coyotaje y la corrupción, se invertirán 260 millones de pesos en el Registro Público de la Propiedad (RPP) y el Comercio del Estado de Coahuila.
Se trata de un plan que a nivel estatal deberá cumplir con su propósito dentro de un plazo de dos años, aunque en el caso concreto de Torreón y Saltillo la modernización de concretará en el transcurso de los siguientes 10 meses, según lo informó Sergio Mier Campos, director del Instituto Registro y Catastral del Gobierno de Coahuila, al reunirse este martes con los integrantes del Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada (CLIP) encabezados por su presidente Rogelio Barrios Cázares.
En su oportunidad, Barrios reconoció la importancia y pertinencia de este proyecto cuyos resultados deberá traducirse entre otras cosas en la reducción de los tiempos en los que un ciudadano tarda para obtener respuesta del RPP, y es que para conseguir un certificado de libertad de gravamen pueden transcurrir de cuatro a cinco días, mientras que la inscripción de una escritura de compra-venta de un bien inmueble a veces lleva hasta mes y medio.
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Además, aprovechó para puntualizar la petición del CLIP a favor de que se concrete la conformación de un Consejo Regional de Vigilancia, figura que ya está contemplada en la ley y que debe operar para vigilar el buen funcionamiento de las oficinas del Registro Público, al contar para ello con la participación de representantes del sector privado, del notariado público y del gobierno.
Mier Campos dijo que para avanzar hacia la modernización de las oficinas del Registro Público ya se realizan los primeros trabajos en Torreón y Saltillo, donde se adoptará el más moderno programa de informática que, como parte de las ventajas, permitirá a los usuarios acceder a los servicios de la institución en línea. Así, por ejemplo, los notarios ya no tendrán que acudir personalmente a la sede del RPP, donde además desaparecerán las consultas de inscripciones que siempre se han hecho de manera física en libros de archivo, cuyo contenido será digitalizado para que pueda ser revisado desde una pantalla.