Jesús ‘R’ de 54 años de edad, desde niño siempre fue gordito, sufrió mucho bullying durante toda su infancia, adolescencia y adultez, actualmente continúa con su lucha contra la obesidad, una vez le ganó, pero regresó más recargada.
Un sufrimiento constante, ‘ñoño’, ‘cerdo’, ‘señor barriga’, adjetivos a los que se acostumbró durante toda su niñez y adolescencia, unos fueron más originales que otros, pero los escuchaba una y otra vez, “era mucho el bullying que me hicieron en la escuela, en la calle, con mi familia también”, confesó Jesús.
“Nunca supe por qué estaba así, seguía con mi alimentación inadecuada y sobre todo no apta para mi edad, nunca supe cómo me podía afectar, mi familia sólo me decía ‘ponte a dieta’, ‘come bien’, me limitaban de comer tortillas, pan o azúcar, pero entre más me decían más lo hacía”, explicó.
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La Unicef señala que 1 de cada 20 niñas y niños menores de cinco años y uno de cada tres, entre los seis y 19 años padece sobrepeso u obesidad. Situación que coloca a México entre los primeros lugares en obesidad infantil a nivel mundial, problema que se presenta más a menudo en los estados del norte y en comunidades urbanas.
Dentro de sus miles de intentos por intentar bajar de peso recurrió a los aminoácidos, pastillas ‘milagrosas’, citas con distintos nutriólogos, acupuntura, “sí bajaba de peso, pero no como debería de ser, además mi comportamiento era muy desorganizado, no pude con la enfermedad”, confesó Jesús.
A los 29 años, pesando 170 kilos, con un matrimonio destruído decidió entrar al grupo de Tragones Anónimos, donde cambió su vida, lo recibieron con todo y sus malos patrones de conducta; neurosis, avaricia, gula, etcétera.
La primera semana bajó cuatro kilos y no lo podía creer, la dieta que proporciona la asociación es para aprender a comer adecuadamente, “comía de todo, verduras, carne, pollo, pescado, pan”, poco a poco entendió cómo es que tenía que comer, señaló Jesús.
Al pasar las semanas comenzó a bajar más de peso, “me sentí feliz cuando llegué a los 150 kilos, al haber bajado 20 kilos ya me podía mover y hacer muchas cosas, es cuando en realidad va creciendo el autoestima interior, empiezas a quererte a ti mismo”.
Luego de un año cuatro meses, Jesús llegó a su peso ideal, 74 kilos, logrando bajar los 96 que tenía encima, “me sentí hasta Chayane en aquel tiempo, se empieza a sentir hasta artista uno, te sientes muy bien”, manifestó.
Duró más de 10 años con ese peso, y como le dijeron en el grupo “tus tiempos mejores están por venir”, Jesús consiguió una esposa, hijos, más horas de su trabajo como maestro, la apertura de un negocio; su vida cambió totalmente.
Confesó que la etapa negativa llegó cuando empezó a creer que ya estaba ‘aliviado’ de la obesidad, Jesús creyó que ya no necesitaba de las sesiones en el grupo, ni del plan de alimentación y dejó Tragones Anónimos, pues explicó que llegan a un punto que ellos llaman ‘ingobernabilidad’, en el que se sienten dioses luego de haber llegado a su objetivo
“Al salir del grupo se vuelve difícil decir ¡NO!”, con el paso del tiempo comenzó a subir poco a poco de peso, primero unos gramos y después kilos, hasta que se volvió incontrolable, sin darse cuenta comía de todo y a todas horas.
Explicó que en ese momento “sientes que tienes al diablo y al angelito, pero el diablo te ofrece mejores cosas; te dice: comete esto, un churro, una cerveza, chicharrones, ¿qué te puede pasar?, una vez al año no hace daño, y todo eso se mete en tu mente y es cuando no lo puedes controlar y sólo comes.
Después de cinco años, de nueva cuenta, Jesús alcanzó 170 kilos, durante ese tiempo desarrolló diabetes mellitus 2, mala circulación en las piernas, hernias en la espalda, le realizaron un cateterismo por insuficiencia venosa y actualmente tiene una válvula en el corazón; “jamás imaginé que se me iban a venir un montón de enfermedades”, señaló.
Le daba vergüenza regresar al grupo, se sentía mal agradecido con Dios, con sus compañeras y consigo mismo, pero al final decidió volver, actualmente ha bajado hasta 140 kilos, pues es todo un proceso, en el que seguirá trabajando toda su vida.
PRINCIPALES CAUSAS DE LA OBESIDAD
El ritmo de vida actual no es el mismo que hace 20 años, antes caminabas para llegar a algún lugar, utilizabas el camión, ahora desde que tenemos carro ya no caminamos para nada, simplemente ahí ya dejamos de realizar actividades físicas.
Brenda ‘R’, quien forma parte del grupo ‘Tragones Anónimos’, señaló las distintas causas de la obesidad, además de la poca actividad física, la alimentación callejera, acostumbrarse a comer cosas que no se cocinan en la casa, la comida chatarra y las grandes cantidades que se consumen son algunas causas.
Por otro lado, señaló que no existe un establecimiento que venda realmente alimentos saludables, por ejemplo, en los establecimientos a veces venden pechugas de pollo a la plancha pero utilizan aceite en lugar de mantequilla, “pero te vas con la finta de que es ‘saludable’”, manifestó.
Respecto a los hábitos que solemos pensar que son saludables explicó que es cuando las personas se toman hasta medio litro de jugo de naranja pensando que es bueno, sin embargo, ahí ya van alrededor de cinco naranjas cuando se deben de comer solo tres frutas al día, además 15 minutos después de haber exprimido pierde sus propiedades.
En abril de 2014 se estableció en el Diario oficial de la Federación (DOF) el acuerdo que define los lineamientos para el etiquetado frontal de los alimentos y bebidas no alcohólicas, así como las reglas de tener un sello nutrimental, sin embargo, no es fácil de entender, pues la población no está capacitada para interpretarlas correctamente, señaló Brenda.
OBESIDAD GENERADOR DE ENFERMEDADES
El doctor Adel Charara Elías, presidente del Colegio de Médicos Cirujanos de La Laguna, explicó que la obesidad y el sobrepeso lamentablemente favorecen la aparición de enfermedades crónico-degenerativas que afectan la calidad y esperanza de vida.
Detalló que la obesidad es una enfermedad que puede ser un factor condicionante a la hipertensión arterial y la diabetes mellitus tipo dos, principalmente, una persona aumentada de peso tiene el riesgo y más si tiene antecedentes familiares.
Además, con la obesidad aumentan los niveles de colesterol y triglicéridos, es decir, el depósito de grasa en las arterias, donde puede llegar un momento en que se desprenda una porción de grasa y provoquen una obstrucción en una de las ramas directas al corazón, convirtiéndose en un factor de riesgo mortal, que pueden derivar en infartos fulminantes.
La obesidad va de la mano de la diabetes mellitus tipo dos, hipertensión arterial e hipercolesterolemia, según la Organización Panamericana de la Salud, en México, 8 de cada 10 muertes son por enfermedades crónico-degenerativas relacionadas con obesidad y sobrepeso.
