Como cada año, se activó ya el operativo especial de limpieza con el que la Dirección de Servicios Públicos suele acompañar el desarrollo de las tradicionales peregrinaciones de veneración a la Virgen de Guadalupe, en el centro de la ciudad de Torreón.
Es personal de La Ola el encargado de realizar estas labores en las que en lo sucesivo, hasta el 12 de diciembre, se estarán recogiendo en la avenida Juárez como la ruta central de las procesiones guadalupanas, así como en las vialidades aledañas, entre tres y seis toneladas de basura, en el entendido de que el volumen habrá de incrementarse de manera gradual en la medida en la que se aproxime la fecha de conclusión.
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El primer día del operativo fue el pasado domingo, y previamente se instalaron a lo largo de la avenida, desde la alameda Zaragoza hasta el tempo de Nuestra señora de Guadalupe, un total de 30 mega contenedores de gran capacidad, como los que se utilizan en eventos especiales, en espera de que la gente colabore al depositar ahí los desechos que generen al evitar arrojarlos al piso.
Fernando Villarreal Cuéllar, director de la dependencia, comentó que en este caso la estrategia operativa se concreta con la participación de una fuerza extraordinaria de apoyo conformada por 25 personas que se suman a otras 55 que de manera rutinaria desarrollan su labor todos los días y en distintos turnos dentro del primer cuadro de la ciudad.
Explicó que las acciones de limpieza son constantes en toda la ruta mientras se llevan a cabo de las peregrinaciones, además de que al final de cada procesión, detrás del último contingente llega el personal de La Ola para recoger todo aquello que van dejando tanto los participantes como el público espectador.
De acuerdo con el funcionario, en los primeros días de peregrinaciones el volumen promedio de basura ha sido de entre tres y cuatro toneladas, e insistió en que sin duda será mucho mayor ya durante los últimos días de las peregrinaciones, cuando suelen ser más las personas que participan.
Villarreal Cuéllar reiteró el llamado a la gente que visita el centro de la ciudad a hacer uso de los depósitos distribuidos de manera estratégica, y si los mismos se encuentran llenos, procurar llevársela antes de decidir tirarla en plena calle.