Torreón, Coahuila. - Para entender un poco de cómo se vivió la Revolución Mexicana en la Laguna, el reconocido historiador, Carlos Castañón Cuadros, explicó que no fue solo un suceso, sino que fueron diferentes momentos a lo largo de varios años en los cuales se hicieron sufrir a los habitantes de la comarca; comenzó en mayo de 1911 cuando tuvo la primera toma maderista, así como los acontecimientos trágicos de la matanza de los chinos en Torreón.
En la Comarca Lagunera hay bastantes lugares que tienen huella por los acontecimientos de la Revolución Mexicana, uno de los conflictos armados más importantes en la historia de nuestro país, que inició el 20 de noviembre de 1910.
En Torreón, en la Alameda Zaragoza, en el año 1914 se hicieron las ocho columnas de cantera en cada una de las esquinas que reciben a los visitantes. Fueron hechas en el año más violento de Torreón, pues según el historiador, en ese año fue la batalla en la cual Francisco Villa tomó la ciudad por tercera ocasión como revolucionario, se estimó que fueron cerca de cinco mil los muertos en la batalla que finalizó el dos de abril del mismo año.
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Ahí mismo en la Alameda se encuentra un busto dedicado al general Francisco Villa instalado recientemente. La idea del monumento, manifestó Castañón Cuadros, fue para conmemorar que por la calle González Ortega se reunía la Brigada de la División del Norte, que comandaba Villa, posterior a la batalla del dos de abril.
A partir de ese suceso, comenzaron las batallas por la toma de Torreón, ya que fue una plaza muy codiciada por su área estratégica, pues en la ciudad se situaba el principal nudo ferroviario del noreste de México, que conectaba a Estados Unidos, Ciudad Juárez, Piedras Negras, Chihuahua, “realmente era un sitio de paso obligado”, señaló Castañón, por lo que las vías del ferrocarril tienen y siempre tendrán las marcas de la Revolución Mexicana.
La antigua Compuerta del Coyote, controlaba la entrada de agua para el riego de las tierras, al estar en la entrada de la ciudad, quedaron en sus muros las huellas de las balas de las batallas villistas, en ese sentido tiempo después se convirtió en un museo miniatura de la Revolución Mexicana.
Los balazos de cañón tanto en el Antiguo Banco de México y el Casino de La Laguna fueron disparados desde el Rio Nazas, a la altura del puente plateado, pero como era una tecnología muy modesta, la bala solo pegaba y caía, sin embargo si la guerra hubiera sido en 1918 hubieran destrozado con una sola bala el muro.
