Los negocios de la prolongación Juárez en Ciudad Nazas continúan con afectaciones tras las lluvias del domingo y lunes; la baja en las ventas es una problemática que se suma a la de la inundación o el brote de aguas negras en el sector.
Varios son negocios que venden alimentos y esto aumenta la problemática, ya que los propietarios aseguran que aunque ya no esté anegada la calle, queda el azolve y el mal olor, lo que ahuyenta a los clientes y se traduce en pérdidas económicas, además de las afectaciones por el agua.
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“A veces aunque no llueva de todos modos salen las aguas negras y así queda el piso como está ahorita y también adentro de las casas; el lunes que ya desaguaron nosotros tuvimos que venir a limpiar porque se metió toda el agua al negocio y aunque afortunadamente siempre tenemos todas las cosas en alto porque ya sabemos que se pone así, pues si se mete toda el agua”, comentó una empleada de un negocio de pollos.
Comentó que el olor queda por días y es muy desagradable, lo que perjudica a negocios como en el que ella labora porque venden alimentos y es comprensible que la gente no acuda y no compre estos productos.
“Y pon tú que ya no hay agua pero de todas maneras la gente se aleja de este tipo de negocios si ve el lugar así con agua sucia, mal olor, la contaminación, no llega la gente y perjudica a los negocios”.
En este negocio apenas están terminando de limpiar todo perfectamente tras el caos del domingo y lunes, pero están conscientes de que puede seguir lloviendo y volver a inundarse.
Se movilizaron para pedir ayuda
Aparentemente todo se normalizó, comentó el dueño de la frutería visitada el pasado domingo pasado; el agua el día lunes no se introdujo al negocio pero continúa el problema del drenaje, brotaron otra vez aguas negras y ahora, a las afueras de estos comercios quedó el azolve y un olor muy desagradable.
Dijo que comienzan a normalizarse un poco las ventas pero que sí hubo pérdidas los días anteriores; sin embargo, no descartan volver a pasar por la misma situación en estos días, por lo que piden atención por parte de las autoridades, sobre todo con el funcionamiento del cárcamo, que es de donde provienen las aguas residuales.
Él y otros vecinos, comentaron que el lunes al volverse a anegar la calle, tomaron la decisión de irse a plantar varios en el cárcamo y que incluso hicieron salir a los trabajadores para pedirles que hicieran algo al respecto.
“Nos organizamos los vecinos y fuimos porque ellos si no apagan la bomba sigue saliendo el agua y así con la acumulación de las lluvias, pues sale toda y es cuando se pone así; a veces aunque no haya agua de lluvia brota el agua del drenaje y por eso fuimos ahí y también cerramos la calle por ambos lados para que nos hicieran caso”.
Pierden material y trabajos
Continúan con la suciedad y humedad dentro de las casas y negocios, además de haber sufrido afectaciones en muebles, con su ropa y otros objetos, en la carpintería Nazas también hubo pérdidas de material con el que se labora, así como la oportunidad de realizar algunos trabajos o retraso en los mismos.
La familia propietaria de este negocio vive en el mismo lugar y todos los residuos del agua negra que quedó, ha ocasionado también problemas de salud; una de las menores que ahí habita, presentó problemas una infección gastrointestinal y les preocupa toda esta contaminación dentro y fuera de casa, porque además tienen un bebé una joven embarazada.
Pero también señalaron que esta problemática se da aunque no lleva y que es frecuente que existan brotes del drenaje en esta zona, justo por la presencia del cárcamo que se ubica en la esquina de prolongación Juárez y Sierra de Micos.
“Pero ya se sabe que con las lluvias es aún peor, se mete el agua hasta adentro y sale por dentro de las casas el drenaje y en esta calle hay muchos negocios y muchos son de comida, por lo que sí nos afecta muchísimo”.
Es complicado trabajar, la mayoría cuando esto pasa, mejor deja de hacerlo y eso implica dejar de ganar.
Si hay agua, no hay trabajo
Desde el domingo, las trabajadoras de un local de gorditas y comida casera, tuvieron que ir a limpiar todo el lugar; el agua se introdujo en todo el negocio, aunque afortunadamente para ellas no hubo daños en muebles ni pérdidas de mercancía.
Aquí adentro pues sí se mete el agua y estuvimos viniendo a limpiar y a cuidar pero en realidad la afectación es que no pudimos vender.
Señalaron que este problema se da cada año cuando llueve y cuando brota el agua del drenaje, también perjudica a este local, porque es un sitio donde se ofrecen alimentos y en ese punto desemboca todo, por lo que se acumula la suciedad y los olores desagradables.
“Nosotros por ese lado estamos más afectadas porque los que tienen aquí sus viviendas pues sí se les mojan los muebles, sus pertenencias y aquí no, pero claro que nos perjudica porque simplemente no podemos trabajar”.
En este lugar se junta el agua, la basura y se ensucia demasiado y tienen que hacer labores intensas de limpieza cada vez que esto sucede y buscar la manera de disminuir el olor porque de lo contrario, dura por mucho tiempo.
“Nos habían dicho el año pasado que ya no se iba a inundar, que algo iban a hacer aquí en el cárcamo pero si algo hicieron, no sirvió, porque ahora volvió a pasar lo mismo y así es cada vez que llueve”.
finalmente, dijeron que están preparadas para tener que dejar de trabajar en caso de vuelva a llorar y aunque les afecte, ya saben que es la única opción que tienen y mejor no abren ni vienen al negocio porque hasta pasar se dificulta.