“Una mujer entrona, que ante todos los pronósticos siempre lograba lo que se proponía. Una líder social”. Estas fueron quizá las palabras más destacadas para describir a Magdalena Mondragón, nacida un 14 de julio de 1913 en Torreón, Coahuila, a quien se le reconoció de forma oficial como una de las primeras mujeres en ejercer el periodismo en México y ser directora a nivel nacional de un diario, actividad que en los años 30 era exclusiva de los hombres. Aunque su trayectoria no se enfocó únicamente en esta profesión, sino también sobresalió por sus distintas obras literarias.
Magdalena logró que la participación de las mujeres en la prensa se hiciera visible y su palabra tuvo un gran peso haciéndose notar por realizar críticas en ámbitos sociales, políticos, por asistir a giras presidenciales y ser la primera mujer en cubrir la nota roja, esto en la Ciudad de México, acciones que la llevaron a figurar como uno de los emblemas no solo del feminismo, sino de la historia de las mujeres en México al ser un ejemplo de cómo romper con los cánones establecidos y abrir camino a las nuevas generaciones.
“Es una figura muy importante. Su palabra tuvo peso. El hecho de ser una mujer que publica y entrevista presidentes, abriéndose camino en un mundo tan misógino es de hacerse notar. Una de sus novelas fue premiada como el mejor libro del mes en Nueva York, algo que no se le había otorgado a ningún mexicano ni mexicana, un gran mérito. Fue la primera mujer en cubrir giras presidenciales, recibió muchos reconocimientos como periodista, pero como escritora también, por ejemplo tiene la novela “Puede que el Otro Año” y “Yo Como Pobre”, dedicándose a hablar de los más marginado”, destacó la periodista en cultura Adriana Vargas.
Por lo anterior, Vargas, quien es coautora del libro ‘Grandiosas’, recalcó que en una época donde el feminismo ha tomado tanta relevancia debido a la violencia hacia la mujer, hablar de figuras como Mondragón enriquece la cultura y educación en la sociedad pues representa la lucha por una postura de vida que busca igualdad en todos los ámbitos y en la cual se han dado avances significativos redoblando esfuerzos, pero enfatizó en que aún existe un retraso en muchas cuestiones, ejemplificando con el tema del voto y los cargos públicos ocupados por féminas.
“El feminismo es una corriente muy importante que ha sido vista un poco agresiva en algunos sectores de la sociedad. Pero no es nada nuevo, es algo que viene ocurriendo desde los 70. En la política las mujeres, después de que se logra el derecho al voto en 1955, empieza a notarse. Pasa mucho tiempo para que sean reconocidas como personas que pueden ocupar cargos públicos. También, las mujeres empezaron a ser publicadas tiempo después que los hombres. En el caso de Mondragón, lamentablemente varias de sus acciones no las hizo en La Laguna, como mucha gente que ha tenido gloria fuera de su tierra”.
Así pues, gracias al apoyo de su familia, en especial de su padre que era médico, Magdalena Mondragón tuvo los medios económicos para poder viajar a otras ciudades y prepararse de forma profesional, ya que en la región lagunera no era posible. Este hecho dejó una gran enseñanza, pues así pudo educarse y poco a poco consiguió abrirse camino en “un mundo de hombres” e incluso destacar más que ellos: “Hasta el momento se desconoce el paradero de sus obras y si fuera posible recuperar su legado, sería magnífico. Hace falta que la tengamos más en la memoria”.
“ERA INQUIETA, NO SE CONFORMABA”
Con el objetivo de lograr un cambio resaltando las carencias sociales, Mondragón en su novela “Puede que el otro año” hizo una crítica a su ciudad de origen, Torreón, y a La Laguna, porque decía que faltaban instituciones para educar a las personas y no ser una comunidad de rancheros ricos, algo que para el historiador Carlos Castañón fue sinónimo de provocación y reflejo el carácter fuerte de la periodista que “no se echaba para atrás”.
“Imagínate a una jovencita que la castigaron en el periódico y en vez de quedarse de brazos cruzados viaja a Washington y entrevista al presidente Franklin Roosevelt. Eso era ella, lograba volar muy alto, polifacética: escribe literatura, ensayo, crítica política, coleccionista de arte y logró prepararse. Era inquieta, no se conformó con lo que tenía. Por ejemplo, publicó un libro llamado ‘Los Presidentes dan risa” cuando había un régimen totalitario y lo tomaron a mal. Su casa fue balaceada y se atrevió a llevarle al presidente las facturas de los daños que hicieron”.
En ese sentido, Carlos Castañón consideró fundamental estudiar a través de los liderazgos historias como las de Magdalena Mondragón, pues enfatizó en que cuando no hay los medios las personas no tienen voz, “la habitación propia”, y en el caso de Magdalena no dudó en aprovechar su postura privilegiada para aprender y nutrir sus conocimientos para ponerlos en práctica, siendo la referente de muchas mujeres, en especial en movimientos como el feminismo el cual le parece digno de apoyar y tratar de comprender.
“El feminismo es el movimiento social más importante del Siglo XXI. Si pensamos en diferentes momentos históricos, la mujer estaba relegada a un segundo plano. Se normalizan las discriminaciones. Hay un sistema de prácticas que han estado en contra de las mujeres y el feminismo cuestiona, hace corto circuito. Se habla de otros temas como la violencia, el acoso, el aborto, la disparidad económica, etc. Todo eso se ha llevado al plano de la política y hoy son leyes, que han llevado a los políticos hombres a dar cabida a las mujeres”.
VIRGINIA WOOLF, FEMINISMO Y LITERATURA
Al hablar de mujeres que alzaron la voz para lograr un cambio, el nombre de Adeline Virginia Stephen (25 de enero de 1882- 28 de marzo de 1941), mejor conocida como Virginia Woolf, no puede faltar al considerarla como una de las precursoras del feminismo y promotora de la emancipación de la mujer en el ámbito literario, publicando en 1929 un ensayo denominado ‘Cuarto Propio’ en el cual hizo la famosa reflexión de que “una mujer debe tener dinero y una habitación propia si quiere dedicarse a escribir ficción”.
Lo anterior, fue motivo suficiente para que Woolf sea considerada como una de las escritoras inglesas más importantes, siendo una figura importante por su lucha e inteligencia que dejaron grandes obras como Melymbrosia, Noche y día, El cuarto de Jacob, Al faro, Las olas, Entreactos y La señora Dalloway, uno de sus trabajos más conocidos. Además, dio diferentes conferencias en universidades.
ALZAN LA VOZ
Para Deasy Carolina Ramírez de 32 años de edad, originaria de Matamoros e integrante de Madres Poderosas de La Laguna, los grupos feministas son sinónimo de lucha, de alzar la voz para hacer valer los derechos de las mujeres. Y es que luego del feminicidio de su hija María Milagros Ramírez, de dos años de edad, en mayo del 2019, lo más importante es sentir el apoyo y compañía de estos colectivos para lograr grandes cosas y, sobre todo, buscar justicia.
“Nosotros no debemos hacer marchas porque cada quien debe hacer lo que le toca. Las críticas de quienes no apoyan el feminismo son de quienes no han pasado una situación extraordinaria. Si nos manifestamos es porque de manera pacífica no nos escuchan. Hablamos bien y no nos voltean a ver, y esas formas nos ayudan a decir ‘aquí estoy’. Mi fortaleza siempre fueron mis hijos. Sí se puede, siempre hay que luchar por los nuestros y quienes nos necesitan”.
