Torreón, Coahuila.- ¡Una cheve Marín!, es una frase que ha escuchado miles o tal vez millones de veces en gran parte de su vida. Su nombre de pila es José Soto Miranda, sin embargo, en el mundo de los espectáculos deportivos es ampliamente conocido como ‘Marín’, quien cuenta con 88 años de edad, 74 de ellos dedicados a despachar cerveza en el fútbol, béisbol, box, luchas, toros, basquetbol, entre otros eventos:
“Tengo 74 años trabajando en este negocio, comencé a los 14 años de ayudante y después en 1950 ya empecé a ser titular, cada puesto tiene su titular y tiene sus ayudantes, así empecé yo como ayudante, el que estaba ahí de titular se murió y ya quedé yo en su lugar y así estamos todavía hasta la fecha”, mencionó sobre lo que ha sido su labor en unas cuantas palabras.
El longevo vendedor de cheve, recordó a las grandes figuras del deporte que le ha tocado ver, mientras realiza su trabajo, como Manolete o ‘El Cordobés’ en el caso de la ‘fiesta brava’, o Claudio Lostanau refiriéndose al fútbol profesional, comentando que se hizo muy amigo del que era entonces la gran estrella del Laguna.
¿Por qué ‘Marín’? se le cuestionó, respondiendo que fue por un médico que así le decían y con el que tenía parecido físico y que jugó fútbol en su época de estudiante, comenzando los amigos a decirle ‘Marín, échale una cheve aquí’, provocando el enojo del compañero, “desde entonces así se me quedó y hasta la fecha”.
Para ‘Marín’, en los eventos deportivos se presentan mayormente situaciones positivas, como espectáculos que son, sin embargo, señaló que hay excepciones, como fue el caso de un partido de copa entre Laguna y Torreón que se jugaba en abril de 1969 en el Estadio Revolución, el cual tuvo que ser suspendido porque se armó tremenda trifulca y alboroto por parte de los aficionados: “se jugaba un Torreón vs Laguna, un clásico, se llenó y se metió gente al campo, entonces, el árbitro paró el juego por inseguridad, se hizo el ‘merequetengue pero refeo’, había una barda que dividía para que pasaran los comprones, la tumbaron, arrancaron las bancas, las porterías amanecieron en la Alameda, las taquillas también se las trajeron arrastrando hasta a la Alameda”.
Sin embargo, años más tarde vivió una situación aún más terrible en el TSM, refiriéndose a la balacera de aquel 20 de agosto del 2011, en un partido entre Santos y Morelia: “ahí estuve también, gracias a Dios no hubo nada, ni un herido, pero estuvo muy feo, se oían los ‘cocolasos’ por todos lados, yo tengo mi puesto en mero en medio del estadio, y ahí se oían los silbidos de las balas que pasaban zumbando, había unas que se oían muy fuertes, no era como ametralladora normal, se oía más fuerte, a Dios gracias no pasó nada, eso estuvo mucho más feo que la trifulca del estadio Revolución”.
Como muchos, también se vio afectado por la pandemia, ya que no hubo eventos deportivos en casi un año y sufrió por la falta de dinero, incluso, se le confirmó Covid-19, aunque afortunadamente la enfermedad no fue de gravedad en él, pues solo tuvo algo de fiebre y dolor de cabeza y al poco tiempo se repuso.
En el plano familiar, ‘Marín’ compartió que hace 20 años enviudó, teniendo una descendencia de nueve hijos, dos fallecidos en el 2020, además de 28 nietos y 37 bisnietos.
“Vivo solo, entonces, de estar aquí en la casa, a estar en un espectáculo, mejor voy y me gano un peso y ya me vengo contento, me desaburro de estar aquí solo. Ahí andaré hasta que Dios me llame a cuentas, la mera neta”.
Agradeciendo por la entrevista realizada en su hogar, al cual amablemente invitó a pasar a El Sol de La Laguna, ‘Marín’ mandó un mensaje para todos en vísperas de Navidad y Año Nuevo: “felicidades a todos, que se la pasen bien con sus familias y que la gocen, porque yo creo que ya es el último año que voy a estar yo (ríe), que sean felices con sus familias”.
