Las familias que viven en los circuitos Azor, Agave y Colibrí del fraccionamiento Villa de las Palmas, en el llamado Distrito Viñedos, no tienen tranquilidad. Aseguran vivir en medio de un ambiente empolvado que les impide mantener limpios sus hogares, y además viciado por la permanente presencia de estruendosos ruidos producidos por la maquinaria pesada y los equipos que se emplean para manipular y procesar enormes rocas, lo que no les permite un buen descanso ni de día ni de noche.
Atribuyen sus problemas a su desafortunada vecindad con una planta procesadora de mármol que, con sus operaciones, aseguran, incluso ha llegado a afectar a numerosas viviendas cercanas que han sufrido cuarteaduras en sus muros, sin que haya nadie que se haga cargo de responder por el costo que representa la reparación de este tipo de daños.
Se trata de la empresa identificada como Minerales Riviera, ubican junto al núcleo poblacional el ejido San Agustín, y en las inmediaciones del fraccionamiento Villa de las Palmas, del que sólo lo separa una barda.
Aunque ya la administración de la planta marmolera y las autoridades ambientales municipales han asegurado de manera categórica que sus operaciones se realizan de manera legal, con el cumplimiento de todos los requisitos y exigencias que se deben atender para contar con las debidas autorizaciones de funcionamiento, esta es una versión que no termina de convencer a los colonos, quienes no descartan que pudiera haber irregularidades detrás de la anuencia oficial a favor de la empresa.
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De hecho, están decididos a agotar todos los recursos legales que estén a su alcance para lograr que la procesadora haga las adecuaciones que sean necesarias para sujetar sus operaciones realmente a la normativa vigente, o de lo contrario para que en definitiva sea reubicada fuera de la mancha urbana.
Al respecto, el doctor Roberto Torres Fernández, integrante de la mesa directiva de la unión de vecinos de la cerrada Colibrí, sostiene que la procesadora de mármol se instaló ilegalmente en un predio en el que no puede operar ningún tipo de industria por estar considerado en la planeación urbana vigente como de uso habitacional, además de que nunca cumplió con un estudio de impacto ambiental y ni siquiera cumple con lo establecido en la normativa oficial vigente en materia de emisiones contaminantes tanto de partículas como de ruido, además de que con la construcción de sus instalaciones dejó aislado un cárcamo del sistema público de drenaje.
Refiere que, aunque se diga lo contrario, se cuenta con todas las pruebas necesarias para avalar tales señalamientos, y que fue por eso que la Secretaría de la Función Pública solicitó ya a las autoridades municipales estatales y competentes actuar en consecuencia. Sin embargo, no ha habido respuesta alguna, por lo que el siguiente paso será demandar la directa intervención de la Presidencia de la República para lograr la reubicación de Minerales Riviera.
Torres Fernández hace notar que si bien quienes viven en los circuitos Azor, Agave y Colibrí, son los más afectados, en realidad el impacto negativo de las operaciones de la empresa, alcanzan a cerca de seis mil familias que viven en todo el distrito Viñedo, donde hay seis instituciones escolares, tres templos religiosos y recientemente se inauguró un nuevo centro comercial, así como a las miles de personas que habitan en la comunidad ejidal cercana.
Los vecinos del sector, entre ellos Alberto Carbajal y Marisa Ramírez Machado, aseguran que ellos llegaron a vivir a Villa de las Palmas varios años antes de que la empresa comenzara a operar en forma, y que fue a partir del 2019 o principios del 2020 cuando las molestias terminaron por acentuarse.
Refieren que la situación es tal que ni siquiera pueden descansar adecuadamente porque el escandaloso ruido que produce la planta marmolera con sus actividades es constante, las 24 horas de todos los días, sin que nada puedan hacer al respecto, además de que sus viviendas, muebles, vehículos y demás pertenencias no pueden permanecer limpias por más que las asean constantemente, y es que la presencia de polvo en el ambiente es interminable.
Por si fuera poco, agregan los quejosos, los daños en muros con grietas y con pisos levantados son muy comunes debido a los movimientos que se generan en el suelo a consecuencia de las pesadas actividades de la marmolera, y se trata de daños que ellos tienen que subsanar sin ningún respaldo solidario de la empresa responsable.
OPERA LEGALMENTE
Cabe señalar que la empresa Minerales Riviera cuenta con todas las autorizaciones oficiales con las que debe contar una empresa de este giro para operar regularmente, para lo cual buena parte de los trámites logró concretarlos ante el Municipio en la anterior administración Municipal.
Al respecto, la directora del Medio Ambiente en Torreón, Susana Estens de la Garza, ha dicho que durante los últimos años, desde el 2018, la compañía ha tenido que desarrollar todo un proceso para mantenerse en orden, y que se inició con el trámite y autorización del necesario cambio de uso de suelo del predio donde se ubican sus instalaciones, donde inicialmente solo funcionaron sus oficinas para posteriormente, desde el 2019, arrancar en forma con sus operaciones en el procesamiento de productos de piezas de mármol.
