Torreón, Coahuila. - A prácticamente tres meses de concluir su gestión, el alcalde Jorge Zermeño Infante anticipó que llegado el momento se irá tranquilo a atender otras ocupaciones, con la satisfacción de que no dejará promesas sin cumplir y de que cerrará una administración municipal con finanzas públicas sanas y en orden.
“Me voy tranquilo porque sé que la huella de esta administración está en todo Torreón”, dijo al hacer un breve recuento de la diversidad de obras que han podido realizarse, y hacer notar que logró cumplir con su principal compromiso con los torreonenses, que era el de mejorar los servicios públicos.
También en el tema de las finanzas destacó que en el transcurso de los últimos cuatro años se logró que el Municipio incrementara su recaudación global anual de dos mil 300 millones de pesos a cerca de dos mil 900, con lo que se han sentado las bases para que en la próxima administración puedan superarse los tres mil millones.
Igualmente se refirió a que nunca fue necesario recurrir a ningún crédito, y se logró recapitalizar el fondo de Pensiones, que está ahora saneado a favor de que a futuro los trabajadores municipales puedan tener asegurado un retiro digno.
Zermeño Infante anticipó que, con una saludable situación financiera, ya se tiene garantizado el pago de aguinaldos para el personal al servicio del Ayuntamiento, y en ese sentido recordó que en toda la administración nunca se retuvo dinero de la nómina de los trabajadores, y siempre se ha cumplido en tiempo y forma con los compromisos contraídos con los proveedores de la administración municipal, ya que “en Torreón las cosas van bien y se han hecho bien”.
En relación con sus comentarios respecto a que no quedará nada a deberle a los torreonenses, expuso que “Yo puedo decir que no tengo ni una sola promesa incumplida, en primer lugar, porque no anduve haciendo promesas; mi ofrecimiento fue trabajar por Torreón para atender y mejorar los servicios”.
En ese mismo contexto agregó que “no tengo nada de qué preocuparme de que les haya fallado a los torreonenses por mi palabra”, aunque reconoció que económicamente sí hubo limitantes, pues en definitiva le hubiera gustado contar con más recursos para poder haber hecho más obras.
Finalmente, en relación con su afirmación en el sentido de que la huella queda en Torreón de lo hecho por la actual administración, a manera de ejemplo hizo alusión a que se logró poner fin al basurero que había en el Centro Histórico, donde se rescató el paseo comercial de las calles Valdez Carrillo y Cepeda, además de que se colocaron techumbres, se rehabilitó el Mercado Alianza y se inició en toda la ciudad una campaña anti grafiti.
También, agregó, en la Plaza de Armas se trabaja en su rehabilitación, con baños nuevos, y se reparó el reloj histórico que ahora toca cada hora la emblemática melodía de La Filomena; el canal de la Perla ahora está completamente limpio y restaurado por dentro, y el museo de la Moneda que estaba en ruinas, oxidado y con medio metro de aguas negras, se rescató para beneficio de propios y turistas, y se trata de “obras que rescataron la identidad de los torreonenses y están a la vista de todos”.
