Torreón, Coahuila.- Perla, mujer que se divorció hace unos meses del padre de sus dos hijas, denunció hostigamiento y violencia de su exmarido, señalando que aunque hay orden de restricción para quien fuera su pareja, lo único que ha hecho es molestarla y violentarla económica y psicológicamente, por lo que actualmente lleva el caso en el Centro de Justicia Penal, con el fin de que paren los abusos por parte del agresor.
“Lo que estoy buscando es que haya un castigo justo hacia mi exesposo, quien me ha estado violentando psicológicamente, me ha realizado muchos actos de destrucción en mi hogar y hasta robos. Me acosa por medio del teléfono, con mensajes, por correos. En el principio del matrimonio el compró esa línea telefónica, entonces, se dio el derecho de quitármela, yo digo que es hackeo, pero me dicen que no porque es de él la cuenta, pero, a nombre mío, contestaba las llamadas y los mensajes y los reproducía con mis contactos que querían saber algo de mí”.
“Ha estado haciendo mensajes de desprestigio, como si yo fuera la que lo narro, pero realmente él es quien maneja mi cuenta. Yo saqué un número nuevo y no sé cómo le hizo y ya lo tiene también; cuando la gente llama al número anterior, él hace los desprestigios y al final les dice el teléfono de Perla es tal número y les da el nuevo número. El señor no me deja de acosar, ya tuvimos la primera audiencia el miércoles 15 de mayo y llegando a mi domicilio ya me había hecho otros desperfectos”, expuso la afectada.
En cuanto a la situación con las dos hijas, Perla mencionó que a partir de que fue sacado del domicilio que compartían cuando eran esposos, dejó de proporcionarles el apoyo económico al que tienen derecho:
“Soy mamá de dos jóvenes, una de 20 años y otra de 16, la mayor vive en el extranjero porque allá estudia y porque su papá así la mandó a vivir allá. Desde principios de febrero que él fue sacado de la casa por medio de un actuario, les cortó la ayuda económica que es su responsabilidad”.
“A mi hija mayor la dejó sin un centavo allá en el extranjero, ahorita, ella estudia y trabaja, nos la estamos viendo duras con lo económico, además no paga colegiatura de mi hija la menor, no da manutención y da direcciones falsas en el juzgado familiar para cuando quieran darle algún citatorio”.
Afortunadamente, para Perla, en la segunda audiencia se ordenó por la juez que el agresor porte un grillete para verificar que no se acerque al domicilio de ella y se otorgó un lapso de 4 meses para reunir más pruebas y presentarlas para que se analicen y se dé un fallo final.