Torreón, Coahuila. – Para prevenir muertes por ahogamiento, recientemente el personal de la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos redobló la vigilancia preventiva que se realiza en la márgenes de los canales de riego y sus distintos ramales que cruzan por Torreón, con la consigna de evitar que alguien arriesgue su vida al entrar a ellos con la intención de nadar o simplemente refrescarse, sin que se descarte la posibilidad de efectuar detenciones en caso de que haya resistencia en contra del exhorto respectivo.
El titular de la dependencia, Alfonso Mijares Ramírez, indicó que mientras el agua proveniente del río Nazas continúe fluyendo por la red de canales, los rondines de vigilancia continuarán llevándose a cabo como hasta ahora, todos los días y en distintos horarios.
Refirió que en lo que va del presente año a nivel local no se han registrado fallecimientos en personas que hayan entrado de manera voluntaria a las peligrosas aguas, pero lamentablemente si se tiene el registro de decesos correspondientes a individuos que cayeron de manera accidental al interior de los cauces.
De cualquier manera, eso demuestra el alto riesgo que representan estos cuerpos de agua, de ahí que la vigilancia se ha intensificado, lo que semanalmente permite evitar que un promedio de seis personas, en su gran mayoría menores de edad, desistan de su intención de meterse a nadar o acercarse a los canales con la intención de pescar.
Mijares Ramírez comenta que en la mayoría de los casos los interesados acceden a retirarse sin mayores problemas luego de hacerles notar el peligro al que pueden exponerse, pero advirtió que para aquellos casos en los que eventualmente haya resistencia a admitir la recomendación, está plenamente justificado un arresto por incurrir en una falta administrativa.
Cuando sea necesario actuar de esa manera, el procedimiento necesario se agota al solicitar el apoyo inmediato de la Dirección de Seguridad Pública Municipal a fin de concretar la detención, siempre que se trata de adultos, mientras que en el caso de menores de edad la corporación también interviene, pero a través de su unidad especializada en la atención de infantes y mujeres, a fin de llevarlos ante sus padres.
Lo que debe entenderse, destacó el funcionario, es que “los cuerpos de agua no están hechos para nadar ni para pescar, ya que aun cuando en apariencia la corriente se vea tranquila, en realidad es bastante fuerte, además de que siempre hay ramas y otros desechos orgánicos que la gente arroja, y que constituyen situaciones adicionales de riesgo”.