Torreón, Coahuila. - El alcalde Jorge Zermeño Infante descartó que en Torreón se vaya a recurrir a la aplicación de medidas extremas como las que desde este martes comenzarán a hacerse efectivas en Monclova y otros municipios de la región centro del estado, donde a favor de la prevención de contagios de Covid-19 se sancionará con multas y arrestos a aquellas personas que salgan a la calle sin un motivo justificado, además de recurrir al uso de la fuerza pública cuando sea necesario propiciar que alguien regrese a resguardarse a su casa.
En ese sentido, se entiende que mucho menos se tratará de imponer un toque de queda como el que en la citada región anunciaron las autoridades del municipio de Lamadrid para un horario nocturno.
“Tenemos que ser muy sensibles ante la situación, teniendo en cuenta que lo primero es la salud, pero hay que tomar en cuenta los derechos humanos, y que la gente intenta salir adelante de la situación que estamos enfrentando”, dijo de manera puntual el munícipe, quien también aclaró que no se ha considerado restringir más la venta de bebidas alcohólicas.
Sus comentarios al respecto los compartió Zermeño este martes durante su programa radiofónico semanal “En Equipo con el Alcalde”, donde de hecho reconoció la solidaridad y colaboración de la mayor parte de la ciudadanía por la manera en la que han atendido las recomendaciones y medidas de prevención que se deben poner en práctica para prevenir contagios, entre estas la de resguardarse en sus casas para no salir a menos que sea necesario y procurar mantener siempre la sana distancia, de manera que “no tenemos que estar en una situación de andar persiguiendo a la gente”.
Planteó que en definitiva él no buscará aplicar restricciones adicionales a aquellas que ya de por sí necesariamente se han tenido que hacer efectivas, pues considera que no hay necesidad de imponer más prohibiciones para la gente que ya de por sí está haciendo un gran sacrificio para salir adelante.
Por lo que respecta a la venta de alcohol, el alcalde considera no es necesario establecer una ley seca, pues ya en la actualidad permanecen cerrados los bares, salones para fiestas, clubes sociales y deportivos, lo mismo que muchos otros negocios particulares, en tanto que aquellos establecimientos que permanecen abiertos realizan un gran esfuerzo para poder mantenerse activos, como es el caso de los restaurantes que intentan nuevas modalidades como las ventas para llevar o con entregas a domicilio para poder seguir vigentes.
Otro es el caso de los vendedores ambulantes y tianguistas que no se están instalando y a quienes se les ha pedido buscar alternativas que les permitan realizar sus ventas de manera individual, sin aglomeraciones, preferentemente afuera de sus domicilios, pues se trata de encontrar fórmulas que permitan a la gente salir adelante.