Torreón, Coahuila.- Los sistemas estatal y municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) no han identificado en Torreón y en los demás municipios de La Laguna de Coahuila, manifestaciones que pudieran ser un indicio de explotación laboral infantil, aunque sí es común que se deba intervenir en casos de menores inmersos en algunas actividades económicas informales.
Al respecto, la presidenta honoraria del DIF Torreón, Astrid Casale de Zermeño, comenta que precisamente para prevenir y en su caso contrarrestar cualquier posibilidad de abusos de ese tipo, con personal de la institución y en coordinación con representantes de la Procuraduría para los Niños, Las Niñas y la Familia (PRONNIF), se mantiene vigente un programa de vigilancia que cumple con su objetivo con brigadas de supervisión que en forma periódica recorren los diversos sectores de la ciudad, incluso en turnos nocturnos.
Fue así, dijo, como en el transcurso del año pasado fue necesario intervenir en alrededor de ocho casos de menores que, si bien no eran explotados, si era necesario que fueran retirados de las actividades que desempeñaban en apoyo a la economía de sus hogares, la mayoría de ellos como vendedores de dulces, otros productos en las calles, en restaurantes o bares, y alguno cuidando automóviles. Al final los resultados fueron positivos, luego de entrar en diálogo con los padres para hacerlos cocientes de la situación y accedieran a atender la recomendación en el sentido de que los pequeños deben permanecer en sus casas, bien cuidados, adecuadamente alimentados y sin dejar de asistir a la escuela.
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Hasta ahora este tipo de intervenciones coordinadas han logrado contener un poco el fenómeno de los niños trabajadores, reconoce por su parte el coordinador regional del DIF Coahuila, Arturo Rangel Aguirre, quien coincide con Astrid Casale en el sentido de que no se tienen documentados, al menos no en tiempos recientes, casos recientes de explotación laboral de infantes, en tanto que no se deja de velar a favor de que los menores de Torreón y La Laguna no sean separados del derecho que tienen a desarrollarse sanamente y felices, sin que les falte atención en salud, alimentación y educación
La presidenta del DIF Torreón plantea que si bien es común a personas de algunas comunidades indígenas en las calles acompañadas de menores, en estos casos por cuestiones culturales, de tradición y de derechos, es difícil evitar que esto siga sucediendo.
JORNALEROS AGRÍCOLAS
Raúl Garza del Valle, coordinador regional del Servicio Nacional del Empleo (SINE) comenta que dentro del ámbito de competencia de esta institución, se realizan supervisiones en ranchos agrícolas en los que anualmente y en dos temporadas se contrata a personal foráneo para la realización de labores de siembra y cosecha de productos tales como tomate, cebolla y pepino, sin que se haya detectado ahí, hasta ahora, la presencia de menores de edad en calidad de trabajadores.
Como ejemplo de ello, mencionó que están por retornar a su lugar de origen en el estado de Hidalgo, luego de tres meses de labor, 100 jornaleros temporales de entre 18 y 45 años de edad que llegaron a prestar sus servicios para las empresas Agrodesert, Ganadera Vigo, Agrodesa Laguna, Agroproductos Mevi y Naturar Valley, asentadas en los ejidos Santa Ana del Pilar y Filipinas del municipio de Matamoros.
Explicó que en estos casos le corresponde al SNE recibir a los grupos de jornaleros a su arribo en la región y acompañarlos a instalarse en los alojamientos que les proporcionan las empresas contratantes a fin de constatar que su estancia y sus labores tendrán condiciones dignas.
Los niños son para estar en la escuela y para estar bien cuidados en sus casas, no tienen por qué andar en las calles
Astrid Casale de Zermeño, presidenta honoraria del DIF Torreón