Torreón, Coahuila.- Ante la situación que han vivido los sacerdotes así como la sociedad misma derivado de las muertes violentas, Juan María Huerta Muro, Obispo Prelado del Salto, Durango, compartió que es triste ver estas cosas que han acontecido, sobre todo tratándose de un servidor de la salud que estaba a punto de concluir su período de servicio.
Respecto a la muerte del médico duranguense en el Salto, Durango estimó que es lamentable que le hubiera pasado esto a unos días de concluir su servicio, “pudiéramos decir que esto es un botón de muestra sobre lo que está sucediendo sobre la violencia en el país, es la misma realidad y experiencia que ya se tuvo en chihuahua y ahora en Durango”, detalló.
Respecto a su esto ya se está volviendo común de que mueran sacerdotes y seminaristas, “en la Sierra de Durango esto fue algo no con antecedentes, sino se ha respetado siempre la autoridad del sacerdote, del maestro, del médico por eso en esta ocasión se vio con tristeza por parte de la población porque al menos en lo que corresponde a Durango no se había dado este hecho”, sostuvo.
Sobre el mensaje que envía a la comunidad creyente, “desgraciadamente luego suceden cosas para luego pensar en el bien, y así ha sido la reacción positiva por parte de las personas donde se ve la necesidad de fortalecer la educación de los menores, cuidar de ellos que no sean víctimas de otras personas”.