Torreón, Coahuila. - Para el catedrático de la Universidad Autónoma Agraria ‘Antonio Narro’, Héctor Manuel Estrada Flores las palomas en Torreón se han convertido en una plaga, derivado de la falta de control. Reconoció que el estar en contacto con el excremento de dichas aves puede representar un alto riesgo para la salud.
Estrada Flores señaló que hay diferentes parvadas en toda la ciudad, siendo sus lugares favoritos los que se encuentran a gran altura y los árboles, “Por eso es común verlas anidar en las cúpulas de las iglesias. Pero, ¿Por qué han prevalecido?”.
“Primero cruzando el vado tenemos un lugar donde hay granos al aire libre, van se surten y regresan acá. Tan solo en la Narro tenemos cuatro parvadas diferentes. Una en la biblioteca, en los árboles, donde tenemos comida y en el área de anatomía. Entre ellas son enemigas, pero las cuatro generan muchos problemas”.
Te recomendamos leer:
El excremento es otro de los factores que genera diferentes tipos de hongos y atacan las vías respiratorias de los humanos. “En algunos casos pueden atacar el cerebro cuando se tiene mucho contacto con ellas”.
Considero a las parvadas de palomas, como ‘ratones con alas’. “De entrada tienen un sentido más que las mujeres, entonces para erradicarlas es muy complicado, pero no imposible”, dijo con cierto sarcasmo.
Una forma de erradicarlas es con halcones entrenados para matarlas y en Torreón hay gente que se dedica a eso, pero su costo es alto, pero efectivo. El problema es que pueden acabar con otras aves.
Otra opción sería empelar cazadores con postas, pero tienen en defensa los animalistas y serían más problemas. Una tercera alternativa es contratar a personas que se dedican a cazar palomas para criarlas y después mandarlas para el club de tiro (Tiro al pichón). “pero todas son crueles”, dijo.
Erradicarlas es difícil, “Si se les quitan los nidos vuelven. Algunos piensan que quitando los huevos en el mismo nido evitas la reproducción, pero no es la mejor alternativa. En la narro hay más de cien nidos y en la ciudad son incontables los lugares donde prevalecen”.
A la problemática se suma la irresponsabilidad de quienes piensan que son beneficias y les da comer, pero cuando crece el problema las liberan y le dejan un problema a los demás.
Una pareja de macho y hembra puede reproducirse 6 veces por año, en La Laguna el clima les beneficia y en cada vez que ponen el mínimo de huevos son 4 y el máximo 6.
Las palomas no son aptas para el consumo humano porque comen de todo y no es un animal limpio. A menos que estuviera en cautiverio.
Estar en contacto con el excremento de dichas aves puede representar un alto riesgo para la salud. Clínicamente se conoce que tres enfermedades ocasionadas por parásitos, por lo que perjudican a aquellos que se dedican a su cuidado, tienen contacto involuntario con estas o viven en el mismo entorno: la criptococosis, la histoplasmosis y la psitacosis.
A pesar de que el excremento contaminado transmite estas afecciones, la criptococosis es la más frecuente, de ahí que sea conocida como la enfermedad de las palomas; mientras al psitacosis se le llama el padecimiento del loro o del perico, por ser estas aves las de mayor transmisión, y la histoplasmosis como la del murciélago, debido a que estas son la fuente de infestación más común.
Según análisis médicos, la criptococosis es una infección micótica, producida por hongos, la cual se encuentra en aves salvajes que la trasladan a las palomas domésticas.
Este padecimiento aparece, por lo general, de manera asintomática, como la mayoría de las provenientes de las aves, aunque puede presentar cuadros infecciosos agudos.
El inicio de infecciones pulmonares, las cuales dan comienzo al cuadro clínico. También se incrementa una sensación de debilidad, dolor de cabeza y pecho, acompañados de escalofríos, pérdida de apetito, disminución del ritmo cardiaco. A partir de ahí, surgen lesiones en distintas estructuras del cuerpo: afecta el sistema nervioso central, produce inflamación de los ganglios, hígado, bazo y en casos muy extremos, hasta del corazón.
NUMERALIA:
24 Pichones en un año puede tener una pareja de palomas, por lo que su reproducción crece como plaga