Torreón, Coahuila. - De acuerdo con lo establecido en la normativa vigente, el gobierno municipal de Torreón no dudará en promover la cancelación de las licencias de aquellos choferes del servicio público de transporte que de manera eventual asuman conductas irregulares en relación con el buen trato que deben ofrecer a los usuarios y en la manera en que conducen sus vehículos de trabajo, máxime en aquellos casos en los que pongan en riesgo la integridad y la vida de los pasajeros.

Así lo planteó el Secretario del Ayuntamiento de Torreón, Héctor Rivera López, al referirse a la suerte que podría esperarles a los conductores de dos autobuses de la ruta Valle Oriente-Cereso que, por manejar de manera irresponsable y sin ninguna precaución, en días recientes protagonizaron una aparatosa colisión que puso en riesgo e indignó a quienes viajaban a bordo de dichas unidades.

Del caso en particular, dijo, de inmediato se comenzó a dar el correspondiente seguimiento a través de la Dirección de Transporte Municipal, que ya citó a los conductores involucrados para que presenten sus argumentos ante lo sucedido, para luego actuar en consecuencia, lo cual se espera se resuelva antes de que concluya la presente semana, en el entendido de que si se justifica la cancelación, los infractores quedarán impedidos para tramitar una nueva licencia dentro del Estado de Coahuila por un período de entre seis meses y un año.

En casos como este la autoridad municipal tiene la posibilidad de promover la cancelación de las licencias de los chóferes para que queden impedidos para ofrecer servicio público, para lo cual se actúa en coordinación con el Estado, con base en el registro de la Subsecretaría de Transporte y Movilidad, que es la que finalmente determinará por cuánto tiempo se hará efectiva la suspensión.

El funcionario aseguró que en lo sucesivo no habrá tolerancia cuando se trata de actuar para poner orden y para hacer efectivas las sanciones que correspondan, en el entendido de que “conductores que dan ese tipo de servicio no pueden seguir dando un servicio público porque ponen en riesgo a la ciudadanía, y eso es lo que no tenemos qué permitir”.

Habló asimismo de que “no podemos controlar al cien por ciento como manejan todos los choferes, pero lo que sí es que cuando tengamos evidencia, o cuando se tenga una denuncia ciudadana, se tiene que actuar en consecuencia para que a los demás les quede claro que no son aptos para brindar un servicio público.

Rivera López aseguró que en relación con la conducta y calidad de servicio que deben procurar siempre quienes conducen vehículos de transporte público, se habían logrado avances muy importantes a través de una escuela de capacitación y certificación para choferes cuya operación era costeada por los concesionarios, estrategia que desafortunadamente se mermó durante todo el año pasado por causas relacionadas con la actual pandemia, por lo que se propondrá reactivarla al recurrir para ello a algún tipo de actividades virtuales o a alguna otra estrategia a fin de que este esfuerzo vuelva a cobrar vigencia.