Torreón, Coah.- A pesar de la oposición de un grupo de comerciantes, que la tarde del miércoles frenaron las maniobras que comenzaban a realizarse, finalmente nada impidió que el Ayuntamiento de Torreón emprendiera desde las seis y media de la mañana de este jueves el retiro de los tabaretes metálicos que durante años se han mantenido abandonados en el paseo Cepeda-Valdez Carrillo en su tramo comprendido entre la avenida presidente Carranza y bulevar Revolución.
Presente en el lugar para supervisar personalmente los trabajos, el titular de la Dirección de Servicios Administrativos del Ayuntamiento, Antonio Loera López, reiteró que de inicio sólo se ha contemplado reubicar en otras secciones del mismo paseo peatonal a los 20 comerciantes que siempre mantuvieron activos sus puestos de ventas pese a ubicarse en un punto crítico, pero aclaró que se mantiene abierta la posibilidad de apoyar también de alguna manera a quienes perdieron sus concesiones por haber abandonado o arrendado sus módulos de trabajo.
Indicó que la intención es terminar en el transcurso de este día con el retiro de los módulos comerciales o tabaretes de la calle Cepeda entre Presidente Carranza y Revolución, con la intención de continuar mañana viernes con los ubicados en el mismo segmento, pero de la calle Valdez Carrillo.
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La intención, dijo, es tratar de que el fin de semana ambas vialidades puedan finalmente quedar reabiertas al tránsito vehicular, como parte de un proyecto que le apuesta a la mejora del espacio público y de las actividades económicas que se desarrollan en el centro de la ciudad, donde las secciones del paseo peatonal que prevalecerán serán objeto de una remodelación.
De acuerdo con Loera López, se tomó la decisión de desarmar los módulos metálicos desde el momento de desmontarlos, toda vez que tratar de comercializarlos como piezas completas usadas, hubiera sido muy complicado, ya que la mayoría se encuentran podridos desde su base y prácticamente inservibles, por lo que se optó por venderlos como material reciclable a razón de 3.60 pesos por kilo, que fue la mejor de un total de cuatro ofertas que se revisaron dentro de un proceso apegado a la legalidad que es supervisado por la Contraloría Municipal.