Torreón, Coahuila.- Mientras que los registros estadísticos confirman una marcada tendencia a la alza en la incidencia de suicidios entre la población lagunera, como problema de salud pública, el tema no deja de ser motivo de preocupación para los profesionales de la medicina, quienes tienen claro que la participación de las familia en el ámbito doméstico es fundamental a favor de la prevención de este tipo de sucesos asociados a casos de estrés profunda y, cada vez más, con los subliminales mensajes negativos que a veces suelen difundirse con mucha rapidez a través de las llamadas redes sociales.
Lo plantea así el doctor Adel Charara Elías, presidente del Colegio de Médicos Cirujanos de La Laguna, enterado de que los suicidios registrados a nivel local en lo que va del presente año, equivalen ya al 80 por ciento de lo ocurridos durante todo el 2018.
Sucede que solamente por lo que respecta a Torreón, del primero de enero a la fecha se han contabilizado ya 12 suicidios, la mayoría de ellos casos de asfixia por ahorcamiento, cantidad que llama la atención al considerar que a lo largo de todo el año pasado se registraron un total de 15.
Al respecto, Charara Elías plantea que no es casualidad que el suicidio, clasificado como un serio problema de salud pública, se haya llegado a colocar como una de las 10 principales causas de muerte, situación que llama a la sociedad a tomar en cuenta que el reconocimiento temprano de las tendencias suicidas, la valoración cuidadosa de la depresión y las medidas preventivas rápidas que puedan agotarse, mucho pueden ayudar a evitar que la tendencia siga en crecimiento.
Se cree que al menos un tercio de los suicidas hacen previamente su intención de acabar con sus vidas
Doctor Adel Charara Elías, presidente del Colegio de Médicos Cirujanos de La Laguna
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Debe tenerse muy presente que las personas deprimidas deberán ser consideradas siempre como suicidas potenciales, y que ciertas actitudes y respuestas del individuo pueden ayudar al médico e incluso a los familiares a determinar la probabilidad relativa de un suicidio.
Según se explica, desafortunadamente son cada vez personas más jóvenes y hasta niños que llegan a decidir terminar con su propia existencia, así que los padres de familia deben encender focos de alerta para detectar aquellos indicios con los que previamente suelen hacer notar su intención, pero antes que eso es fundamental que estén al pendiente de su conducta y en lo particular del tipo de información al que puedan estar accediendo a través de la publicidad, de la televisión y, más aún, de las redes sociales, donde el avance de la tecnología mucho facilita la difusión de información negativa y diversidad de mensajes a veces subliminales que pueden llegar a ser una incitación al suicidio.
Al mismo tiempo, en la familia es posible identificar defectos en el estado de ánimo de una persona, que pueden corresponder a estados depresivos que pueden ser leves sin que lleguen a trascender, moderados que ya ameritan apoyo médico con un tratamiento farmacológico, o hasta severo, que es cuando la ayuda familiar y profesional de ninguna manera se debe postergar en lo absoluto.
El doctor Charara opina que resulta un tanto equivocado el planteamiento que, al enterarse de que alguien decidió privarse de la vida por su propia mano, suelen hacerse algunas personas para cuestionar si este tipo de determinaciones son una acción de valentía o de cobardía, pues en realidad no es una cosa ni la otra, pues “lo que sucede es que el individuo ha caído en una depresión profunda, su mente ya es nebulosa, no tiene lucidez plena para actuar acertadamente y termina por salir por la puerta falsa”.
El presidente del Colegio Médicos Cirujanos de La Laguna, puntualiza que antes de llegar a una situación así, una persona con tendencias suicidas manifiesta deliberada o inconscientemente que es posible que ha comenzado a considerar la posibilidad del suicidio, de manera que los familiares deben estar atentos para identificar en su conducta y en sus palabras signos de alarma que deben dar pie a una atención inmediata, de ser preciso con urgente ayuda médica.
En otro extremo están los llamados pseudo-suicidas, como se identifica a personas que se la pasan advirtiendo que pueden llegar a matarse sin que nada suceda, casos en los que sin embargo igualmente se debe procurar la debida atención.