Torreón, Coahuila.- La sequía en la que se encuentra sumida la región lagunera de Coahuila y Durango afecta a todos, pues no hay recarga del acuífero, los cultivos de temporal están sin la humedad necesaria, los abrevaderos secos y las presas a un nivel preocupante, son tan solo algunos de los estragos que ya se observan, luego de que en los últimos tres años la escasez de lluvias ha sido por demás notoria y esto a la larga ya empieza a traer repercusiones en el sector agrícola, ganadero y doméstico.
Un dato por demás interesante es que una lluvia extraordinaria como la que ocurrió en el mes de septiembre del 2018 con 309.8 milímetros, no hace que se rompa la sequía, pues no son los mismos beneficios, ya que de enero a agosto no cayó una sola gota de lluvia y eso repercute en el sector agrícola, ganadero y en la propia recarga del acuífero, pues al no existir humedad acumulada un gran porcentaje de estas aguas pluviales, no llegan a la recarga.
“Los datos estadísticos están a la vista de todos y sí se habla de los años más benignos para La Laguna, hay que recordar el 2010, donde llovió casi todo el año, si bien es cierto no en grandes cantidades, si fueron lluvias constantes”, precisa el meteorólogo José Abad Calderón Partida.
En este momento podemos afirmar que la sequía continua en La Laguna, pues de 2017 a la fecha no ha llovido ni lo suficiente ni los meses necesarios para poder pensar lo contrario.
En 2017, de enero a mayo llovieron solo 27 milímetros; en 2018, en ese mismo lapso fueron apenas 13 milímetros; en 2019 el acumulado de precipitaciones fue de 26.9 milímetros; y para este 2020, apenas si se llegará a los 20 milímetros, lo que se pudiera considerar lluvias muy pobres para la cuenca alta y media del Nazas, y con ello cero escurrimientos a las presas.
“En lo que se refiere a las lluvias entre agosto y septiembre del 2017 a 2020 la estadística nos dice que en 2017 llovieron 200.3 milímetros; en 2018 fueron 340.2 milímetros recordando que las lluvias de este año fueron en tres días; en 2019 el acumulado de estos dos meses alcanzo solo 58.1 milímetros, lo que empezó a preocupar a sobremanera a los sectores agrícola y ganadero, pues esto ya repercutió en la pobre recarga que se tuviera en las presas Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco que apenas tuvieron la posibilidad de recibir escurrimientos del estado de Sinaloa y eso permitió completar los 900 millones de metros cúbicos de agua para el ciclo agrícola 2020”, destacó.
Los datos que se tienen hasta el mes de mayo no son muy halagadores, por lo que el tema de la sequía empieza a ser cada día más preocupante y así se observa ya en la recarga del acuífero pues se empieza a tener complicaciones para el suministro de agua potable a la ciudadanía, al secarse algunos pozos o tener que extraerla a una mayor profundidad.
El promedio histórico está en los 246.2 mm y el año del 2018 se tuvieron 364 milímetros. Hay cero escurrimientos a las presas.
DATO
Ya son cuatro años con un comportamiento negativo
CIFRA
20
milímetros en 2020