Saltillo, Coahuila.- La militancia del PRI acordó cerrar filas, en torno al gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís y se prepara ante los siguientes retos electorales, además de mandar un mensaje al Gobierno Federal, en el que le dice: que “no nos asusta, ni nos intimida o amedrenta… ni nos vamos a quedar con los brazos cruzados”.
El presidente CDE del PRI en Coahuila, Rodrigo Fuentes Ávila, dijo que a partir de la unidad de la militancia se evitará que “el odio, la división, las ocurrencias y los traumas dañen al pueblo de Coahuila”.
Durante la reunión del Consejo Político, manifestó que no se va a permitir cualquier intento de ofender, humillar o destruir al PRI.
Indicó que Riquelme está templado en la adversidad y así lo demostró ante los ataques de la delincuencia organizada en Villa Unión e Hidalgo, así como el voraz incendio en la Sierra de Arteaga y la forma en que enfrenó el brote de Covid en Monclova.
“Nunca lo hemos visto quejarse, ni en las peores embestidas del Gobierno de la República y tampoco cuando nos han dejado a nuestra suerte y tampoco lo he visto negar la realidad y mucho menos utilizar el pretexto del pasado, para decirle a los coahuilenses, que él no es el responsable, porque ese no es el estilo de Miguel Riquelme.
“Tampoco ha promovido la división de los coahuilenses como estrategia electoral para buscar votos, tachando de traidores a quienes piensen diferente. Por el contrario, él gobierna para todos y sabe que la libertad es un valor sagrado”, indicó.
Fuentes recordó a la militancia que ser priísta no es sinónimo de influyentismo o soberbia. No puede haber amiguismos, compadrazgo y mucho menos iluminados, porque cualquier ofensa es imperdonable, porque ante cualquier equivocación, se culparía a los demás de cualquier error.
“No seguimos órdenes de un iluminado que se cree dueño de la verdad. Junto a Miguel Riquelme seremos respetuosos de la investidura presidencia, porque así fuimos formados, pero no se confunda, porque ser institucionales no significa que ante las agresiones, los insultos y las humillaciones, nos vamos a quedar con los brazos cruzados”, abundó.