El diagnóstico de la artritis reumatoide en etapas tempranas, permite iniciar un tratamiento oportuno para poder controlar el proceso inflamatorio y reducir el daño estructural que puede llegar a ocasionar este padecimiento para el que aún no existe cura
El diagnóstico puede lograrse a través de un interrogatorio dirigido y exploración física completa, así como de estudios de laboratorio, radiografías e incluso otros estudios de imagen como ultrasonido y resonancia magnética, en casos específicos, informa la especialista en reumatología al servicio del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Coahuila, doctora Derikah González Pérez.
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune de carácter inflamatorio y crónico que afecta la membrana sinovial, es decir el tejido que recubre las articulaciones, así como el cartílago, ligamentos, cápsula y el hueso.
La especialista adscrita al Hospital General de Zona Número 2, refiere que los principales síntomas de la enfermedad son dolor, inflamación de las articulaciones, rigidez matutina, hipersensibilidad y disminución del movimiento articular. Otros síntomas asociados incluyen fatiga, pérdida de apetito, malestar general, limitación funcional, depresión, sequedad en los ojos y la boca e incluso otras manifestaciones extra-articulares.
González Pérez informó que la afectación por esta enfermedad puede llegar a abarcar otros órganos como el corazón, pulmón, riñón, piel y ojos e incluso del sistema hematopoyético (conjunto de la sangre y la médula ósea) o a nivel neuropsiquiátrico, de ahí la relevancia de su identificación temprana.
De acuerdo con la especialista, la enfermedad incide con mayor frecuencia entre los 30 y 50 años, aunque puede manifestarse a cualquier edad y afecta tanto a hombres como a mujeres.
Respecto al tratamiento, dijo que pueden ser desde analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos, así como glucocorticoides, entre otros.
Si bien esta enfermedad no tiene cura, una atención integral oportuna permitirá aminorar las molestias y la inflamación de las articulaciones, retrasar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente, refirió la médica.