Torreón, Coahuila. – En la búsqueda de alternativas de solución al problema que representan las palomas que en distintos puntos de la ciudad han proliferado de manera tal que representan una amenaza para algunas edificaciones y estructuras por lo corrosivo de sus heces que además pueden representar riesgos sanitarios para la población, las autoridades municipales en materia ambiental se disponen a revisar de manera detallada una propuesta de control biológico consistente principalmente en el uso de aves rapaces, de manera específica aguilillas y halcones.
Se trata del método sugerido por una compañía especializada en el control de diversos tipos de plagas, cuyos representantes tuvieron ya un primer acercamiento con el titular de la Dirección General de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Torreón, Felipe Vallejo López, y ahora se disponen presentar próximamente una propuesta formal que respaldarán con pruebas y una demostración acerca del servicio que están en posibilidades de ofrecer.
Emmanuel Martínez Adriano, director operativo de servicios de la compañía Extermex, asegura que la propuesta que ya se ha planteado de manera preliminar es viable y ofrece buenos resultados, en el entendido de que no se le apuesta en lo absoluto a cazar o a exterminar a las palomas, sino simplemente alejarlas de aquellos sitios en los que su presencia a nivel de plaga se haya convertido en un problema.
Para ello se cuenta con aguilillas de Harris y halcones aplomados debidamente adiestrados para realizar lo que se conoce como vuelos de marcaje y de acoso, que en este caso tendrían como finalidad alejar a las palomas de determinadas zonas de la ciudad, pero sin dañarlas.
Para eso mismo se tiene contemplado también recurrir al uso de drones, así como de perros, esto último en espacios públicos a los que las aves acostumbran acudir en busca del alimento que algunas personas suelen ofrecerles de manera espontánea.
El servicio sugerido se puede complementar con la aplicación de métodos de exclusión, consistente en la colocación de elementos de barrera que les impidan a las palomas anidar, lo mismo que de algunos geles y otras sustancias químicas que, aunque no las dañan, si las alejan por resultarles desagradables.
Al respecto, Vallejo López ha dicho que a reserva de revisar de manera detallada lo que en este caso se propone, de inicio todo parece indicar que se trata de una alternativa viable y además conveniente si se considera que se trata de apostarle a un método apegado a lo natural en el que se recurre al empleo de aves depredadoras que, no obstante, están entrenada sólo para ahuyentar más no para dañar a las palomas.