Torreón, Coahuila. – Luego de que en los últimos tres años no se han registrado muertes por ahogamiento en los canales de riego que atraviesan por Torreón, para la recién iniciada temporada de riego agrícola la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos delineó un programa de trabajo para la prevención que ya está en práctica y que a base de una vigilancia constante pretende cerrar el 2021 también con un saldo blanco.
El titular de la dependencia, Alfonso Mijares Ramírez indicó que se le apostará a llegar a la conciencia de la gente para evitar que haya quienes decidan entrar a los peligrosos cauces para nadar o refrescarse, el entendido de que no se descarta la posibilidad de realizar detenciones en casos extremos en los que los involucrados se nieguen a atender el exhorto respetuoso y reiterado a retirarse.
Aclaró que afortunadamente, por la experiencia de los años anteriores, casi que se llega a encontrar a alguien dentro de alguno de los canales, accede a salir y retirarse para poner a salvo su integridad física y su vida, por lo que son excepcionales los casos en los que se hace necesario solicitar el respaldo de la policía municipal, y si se trata de menores de edad es la unidad especializada para la atención de infantes y mujeres de la Dirección de Seguridad Pública la que se encarga de actuar de manera pertinente.
Mijares Ramírez indicó que dentro del programa de prevención que busca evitar muertes por inmersión en las aguas de los canales de riego principales y sus ramales secundarios, personal de Protección Civil y Bomberos realizarán por lo menos tres recorridos de vigilancia diariamente durante la actual temporada de riego que se inició el 11 de marzo y tendrá una duración de entre 25 y 30 días.
Según dijo, se tiene contemplado incrementar la cantidad de recurridos de inspección que en forma diaria se hacen extensivos desde el área urbana hasta zonas rurales del municipio, esto en la medida en que la temperatura ambiental se incremente, al considerar que es precisamente en los días calurosos cuando es más común detectar la presencia de nadadores furtivos en las peligrosas aguas.