Torreón, Coahuila.- Desde hace como ocho años, se ha vuelto algo muy normal ver a ese enorme elefante de color rojo. Un enorme puente peatonal que cruza desde el Sector Alianza y hasta la casa del Cerro, sobre el bulevar Revolución.
Para llegar a la parte superior hay que subir tres niveles en forma de rampa, al tiempo en que se va rodeando un elevador también de tres niveles que no funciona en lo absoluto.
Después hay que caminar poco más de 80 metros hasta llegar al siguiente elevador que tampoco funciona y bajar otros tres niveles en rampa. Este puente no se utiliza por ninguna persona a excepción de que pase por debajo el tren.
“Nada más imagínese lo difícil que es para mí subir ese puente todos los días. Ahora si trajera bolsas con mandado y quisiera bajar el puente pues ya me hubiera caído con todo y bolsas”, dijo la señora Juana María Martínez, quien vive a pocas calles de la Casa del Cerro.
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El único acceso que hay por aquí es una banqueta de concreto que atraviesa las vías del ferrocarril, el resto del paso esta cercado. El 100 por ciento de las personas utiliza esta vía, mientras no circule por el sector el ferrocarril.
“Yo llevó aquí más de un año y por culpa de ese puente la clientela ha bajado de forma considerable. Mucha gente prefiere usar el camión o un taxi para no pasar por este lugar y pues al final somos los afectados porque ya perdimos a esos clientes”, comentó José Luis Marques, comerciante del Sector Alianza.
Hasta la fecha, esta magna obra sólo ha servido para dar sombra a algunos comerciantes y como base temporal de algunas rutas de camiones de pasajeros que circulan por el bulevar Revolución.