Torreón, Coahuila.- “Por evitar que su carrito vaya al corralón a mí casi me atropella. Ella iba a una velocidad muy alta y ebria”, fueron las palabras como describió Esmeralda Arely su versión de los hechos donde Blanca Sánchez se dio a la fuga de un operativo alcoholímetro, la madrugada del lunes en la calzada Colón y la avenida Abasolo.
Fu testigo de los sucedido, pues pasó por el lugar de los hechos cuando iba a usar el baño de una gasolinera, pero luego se arrepintió para seguir su camino, pues pensó que se trataba de una persecución por balacera.
Sin embargo, se dio cuenta por las noticias que se trataba del carro que pasó a gran velocidad junto a ella y su esposo, un Chevrolet Spark color blanco, el cual era seguido por patrullas de Tránsito y Vialidad y una grúa, tras un conflicto por conducir bajo los efectos de bebidas embriagantes.
“Apenas yo crucé cuando la señora pasa a metros de mí y de donde mi esposo estaba esperando con el auto, a nada de golpearlo, ya que el reaccionó y dio poco para atrás. A ella le detienen más adelante, no a pocos metros como dice porque yo en ningún momento veo que se detenga de inmediato, fue calles más delante, iba en un estado de ebriedad pésimo y llevaba una velocidad muy alta y ya tras ella iban patrullas y una grúa haciéndole la parada. Atrás de ella iba hasta un tránsito corriendo y carros igual a alta velocidad”, dijo.
“Si tú sabes que vas saliendo de un lugar donde ingeriste bebidas alcohólicas y vas a en un estado de ebriedad muy alto, debes tener un conductor designado o pedir algún servicio de transporte. Ahora, si te detienen por alcohol y te van a multar siempre hay que aceptar la multa y dejar que se lleven tu auto al corralón. Es más preferible eso a que vayas manejando en un estado inconveniente y poniendo en peligro a personas inocentes”, comentó.
“Agradezco tanto que el hubiera no existe porque de ser lo contrario cualquier persona pudo en estos momentos estar lamentando una pérdida”, señaló.
Cabe mencionar que luego de la persecución y detención de Blanca, con el forcejeó, ella fue lesionada del dedo meñique de la mano izquierda, el cual finalmente tuvieron que amputarle.
En ese sentido, Esmeralda comentó que nada justifica que la hayan lastimado, pero las consecuencias pudieron ser peores para los involucrados y para gente inocente que nada tuvo que ver.
“¿Qué vale más, su dedo o mi vida?”, cuestionó.
DATO
Los hechos se registraron el domingo.