Como cada año desde hace ya casi cuatro décadas, el tradicional mercado de las flores ha vuelto a cobrar vida en la calle Leandro Valle entre las avenidas Juárez e Hidalgo, ahí junto a la Alameda Zaragoza.
Es anualmente que, en ocasión de la celebración del Día de Muertos, con la debida anticipación llegan al lugar poco más de 70 comerciantes a ofertar toda una variedad de flores, algunas de estas de cosecha regional y otras más procedentes de distintas partes del país, sin faltar desde luego las conocidas como Cempasúchil y Mano de León, que son siempre las de mayor demanda en estas fechas.
Se trata del grupo más numeroso de vendedores de flores que suele organizarse para realizar su actividad en torno a la celebración de la fiesta dedicada a los difuntos, comenta Luis Bretado Ramírez, titular del Departamento Municipal de Plazas y Mercados del Ayuntamiento de Torreón.
Para ello, dijo, oportunamente solicitaron y obtuvieron los permisos provisionales para poder ofrecer su mercancía en la vía pública durante el 1 y el 2 de noviembre, en el entendido de que nunca se les niega la oportunidad de comenzar a habilitar sus puestos de venta con uno o dos días de anticipación.
Comentó que además de ese grupo organizado, hay otros que de manera individual buscan en estos días la oportunidad de instalarse principalmente en los alrededores de los diversos panteones públicos y privados, así como en el centro de la ciudad.
Es ante tal situación que en esta época del año el personal de inspección de Plazas y Mercados despliega un intensivo operativo de inspección que tiene como objetivo evitar que la actividad comercial en espacios públicos caiga en algún tipo de desorden y representen situaciones de riesgo.
Parte de la vigilancia que en estos casos se realiza tiene que ver con la necesidad de evitar que cada puesto de flores o de algunos otros productos ocupe más allá del espacio autorizado en lo individual sobre la vía pública, donde es importante procurar evitar en lo posible las aglomeraciones, a favor del orden y la salud de los propios comerciantes y de sus clientes.