En términos de calidad y seguridad, así como en materia de accesibilidad para personas vulnerables, el servicio público de transporte que se ofrece a los torreonenses fue reprobado por la gran mayoría de los mil usuarios que tuvieron la oportunidad de expresar directamente sus opiniones a través de las encuestas con las que cumplieron su objetivo tres estudios realizados bajo la responsabilidad de la Secretaría de Infraestructura Desarrollo Urbano y Movilidad.
En presencia del titular de dicha dependencia, Gerardo Berlanga Gotés y del titular del Órgano Regulador del Transporte Masivo en Coahuila, Alfonso Tafoya Aguilar, los resultados de los estudios realizados a durante los últimos días de enero y los primeros de febrero, fueron presentados por Omar Cabrera, representante de la agencia LEVELS, encargada de la elaboración del diagnóstico, quien dijo que cada una de las encuestas se realizaron cara a cara con usuarios de las rutas urbanas en 19 diferentes puntos de la ciudad, concretamente en paradas de autobuses.
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Se dijo que de las respuestas obtenidas se desprende que la mayoría de los encuestados coinciden en que el incremento en la tarifa de pasaje que entró en vigor este año es injusta, consideran que la mala calidad e imagen del servicio tiene que ver con autobuses en malas condiciones, sucios y evidentemente antiguos que además son conducidos por personas que asumen un trato grosero y poco amable con la gente.
En las conclusiones, se menciona que nueve de cada 10 usuarios consideran que el transporte urbano no está adecuado para usuarios vulnerables, indicador que refleja que existe una percepción mu mala respecto al interés que tiene el servicio por la gente de la tercera edad y los discapacitados.
Además, el 55 por ciento de los usuarios se han sentido inseguros al momento de esperar a tomar su autobús, estadística que en el caso de las mujeres aumenta a un 57 por ciento.
También, nueve de cada 10 usuarios consideran que es de regular a pésima la manera en que los operadores conducen, y más de la mitad, el 52 por ciento, la califican como de mala a pésima.
Con los adultos mayores esta la estadística del calificativo de mala pésima se eleva al 63 por ciento en el caso de los adultos mayores encuestados.