Torreón, Coahuila.- Al dejar en claro que las medidas y restricciones que se han impuesto en el servicio de transporte público tienen como propósito proteger la salud de los usuarios, y por lo mismo deben acatarse hasta que las autoridades competentes lo consideren pertinente, el alcalde Jorge Zermeño Infante manifestó que “yo no acepto ni amenazas ni chantajes”, al referirse a las advertencias sobre posibles movilizaciones que recientemente hicieron públicas un grupo de taxistas inconformes con que prevalezca en sus unidades de trabajo la clausura de los asientos de copiloto.
Al cumplirse una semana de que medio centenar de taxistas se concentraron en la explanada de la Plaza Mayor para demandar justamente que se les permita transportar a bordo de sus unidades a más de dos pasajeros a la vez, el edil consideró que en este caso no tendría por qué haber oposición a una medida que ya se había consensuado con ellos y que está pensada en proteger tanto a los usuarios como a los propios transportistas y a sus familias.
En su opinión, no es válido que entre los inconformes haya quienes estén considerando la posibilidad de tomar las calles con bloqueos a manera de protesta, pues sería como si ahorita los propietarios de distintos negocios quisieran manifestarse porque se está restringiendo la entrada de clientes a sus instalaciones.
En este caso, agregó, “son decisiones que corresponden a los temas de la pandemia, de salud, y además en un principio la mayor parte de los taxistas estuvieron de acuerdo”.
Agregó que así como hay restricciones y medidas de prevención que se deben mantener en práctica en los negocios, en las oficinas, en los centros de trabajo y en muchas otras partes, también el transporte público se deben aplicar, como es el caso de los taxis.
Finalmente, Zermeño Infante hizo alusión a que en todo caso cualquier determinación que pueda establecerse en relación con este tipo de asuntos no es competencia del gobierno municipal, sino del Subcomité Regional de Salud de La Laguna, de manera que por lo pronto el cupo de pasajeros en los taxis seguirá limitado como hasta ahora, a no más de dos por viaje, lo cual “no es una decisión arbitraria, es una decisión que corresponde a los temas de protocolos de salud”.