Torreón, Coahuila. – En plena tercera ola de contagios de Covid-19 y mientras Coahuila se mantiene en amarillo en el semáforo de riesgo epidemiológico relacionado con la pandemia, permanecen vigentes y sin ninguna variación las mismas restricciones y medidas de prevención sanitaria que deben observarse a bordo de las unidades de transporte público en Torreón.
De hecho, no se ha considerado endurecer o modificar las medidas vigentes, en tanto que la inspección orientada a constatar su cumplimiento se realiza de manera constante, con lo que eventualmente es posible constatar irregularidades que en su caso de inmediato son objeto de alguna sanción económica a manera de correctivo, informa el titular de la Dirección de Movilidad Urbana del Ayuntamiento de Torreón, Héctor Rivera López.
Recordó que, entre las principales disposiciones emitidas por el Subcomité Técnico de Salud de La Laguna, destaca la que establece que los autobuses de pasajeros no deben tener un aforo de pasajeros superior al 60 por ciento de su capacidad, de manera que pueda privilegiarse a bordo la sana distancia. Esto implica que las unidades pueden circular con todos sus asientos ocupados y no más de 15 personas viajando de pie.
Desde luego que además se debe atender en todo momento por parte tanto de los pasajeros como del conductor, el uso obligado de cubrebocas.
Asimismo, en el servicio público de transporte en la modalidad de taxis, donde igualmente el uso de cubrebocas no debe faltar, no está permitido que sean transportados al mismo tiempo más de tres pasajeros, de manera que deben ir dos en el asiento posterior y uno más en el espacio del copiloto.
Cabe recordar que el asiento de copiloto de los taxis de torreón permaneció “clausurado” por parte de las autoridades sanitarias desde noviembre del 2020 hasta finales del pasado mes de abril, como parte de las medidas de prevención contra el Covid-19.
Rivera López asegura que, para vigilar el cumplimiento de lo dispuesto por el Subcomité, no hay día en el que no se desarrolle un intenso trabajo de inspección, lo que permite detectar irregularidades que dan lugar a la aplicación de alrededor de 12 sanciones por infracción, de tal suerte que mensualmente la cifra varía entre las 150 y las 180.
Se trata de multas que deben asumir como infractores los choferes del transporte público, y que en promedio resultan ser de alrededor de 500 pesos, si es que se pagan de inmediato en el curso de los tres días posteriores a la inspección.