Torreón, Coahuila.- En sustitución de Jorge Jiménez Favela, quien recientemente pasó a ocupar la titularidad de la Dirección de Vialidad y Movilidad Urbana del Ayuntamiento de Torreón, Rosa Isela Lara Reyes acaba de recibir su nombramiento como nueva directora de Transporte Público Municipal.
Su designación se formalizó apenas el pasado jueves, al recibir el nombramiento de manos del alcalde Sergio Lara Galván, confirmó el secretario del Ayuntamiento, Héctor Rivera López.
Indicó que se tomó la decisión de darle a ella la oportunidad de asumir tal responsabilidad, al considerar su preparación y el conocimiento y experiencia que adquirió en la parte legal y administrativa al haber permanecido en los últimos años al frente del Registro Público de Transporte de Torreón
De acuerdo con el funcionario, Lara Reyes tiene ahora la encomienda de darle continuidad al trabajo de ordenamiento de los transportistas, y revisar todos los expedientes que se tienen de los mismos para que por sus documentos estén en regla a favor de la certidumbre que deben tener tanto los concesionarios como los trabajadores del volante y en beneficio del público usuario.
Por ejemplo, debe seguir la emisión de gafetes de acreditación de choferes, y en la parte operativa continuar con la vigilancia a favor de que se cumpla tanto con las disposiciones reglamentarias ordinarias como las medidas protocolarias que los transportistas deben atender ante los riesgos relacionados con la pandemia de Covid-19.
Rivera López destacó que precisamente en el tema sanitario el Municipio no puede bajar la guardia, por lo que se siguen haciendo revisiones en el transporte público, sobre todo ahora que ya se puede utilizar la plaza del copiloto en los taxis, en los que no se pueden transportar al mismo tiempo más de dos pasajeros y debe cumplirse de manera puntual con el uso de cubrebocas y el aseo frecuente de las unidades, mismas que no pueden circular con los cristales de las ventanas cerrados.
Igualmente, en el caso de los autobuses de rutas urbanos, se vigila que las ventanas estén siempre abiertas, que las unidades no sean ocupadas en más del 60 por ciento de su capacidad, sin aglomeraciones a bordos y que tanto conductores como pasajeros porten cububrebocas.