Torreón, Coahuila.- Los representantes de las 850 familias que habitan en el Campestre la Rosita, Jesús del Río Corrales y Víctor Ortega Muñoz lanzaron un rotundo no a la pretensión de las autoridades municipales de abrir a la circulación las cerradas que por motivos de seguridad fueron selladas al paso vehicular y las cuales no se reabrirán porque una sola persona lo haya solicitado, advirtiendo que el clima de inseguridad persiste.

“Hemos sostenido una serie de reuniones con el edil torreonense a quien le hemos expresado nuestra inconformidad ante la pretensión de abrir una cerrada a solicitud de un particular de apellido Llama Alatorre, que resultó ser amigo personal”, recalcó Ortega Muñoz.

“Ninguna de las trece cerradas hoy en día cerradas, vamos a permitir sean reabiertas por parte de la autoridad y para ello recurriremos al amparo de la justicia federal para proteger los derechos en el tema de la seguridad de nuestras familias”.

Explicó que antes del cierre de estos accesos se habían registrados cinco secuestros dentro de la colonia, robos a casa habitación, robos de automóviles, robos a transeúntes y todo tipo de delitos de alto impacto.

Ortega Muñoz dijo que después del cierre la incidencia delictiva se redujo hasta en un 80 por ciento, por lo que insistió no se permitirá la reapertura de ninguna de las trece cerradas.

“Los pretextos de la autoridad de que no se pueden realizar trabajos como es el caso de la reposición de colectores, no es para nada creíble, pues por años así se han hecho sin el mayor problema”.

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“En estos momentos en la colonia Campestre la Rosita hay siete accesos y con ellos es suficiente, además de que hemos sido los colonos quienes hemos costeado todos los estudios de impacto vial y las obras para su cierre”, finalizó.