Agrupados en un nuevo organismo civil que acaba de constituirse formalmente, ciudadanos laguneros calificaron como vulnerable y muy oneroso el proyecto Agua Saludable Para La Laguna, además de considerar que en materia de impacto ambiental podría violentar diversos ordenamientos legales, por lo que consideran que es necesaria su modificación antes de avanzar hacia su realización.
Se trata de los integrantes del nuevo Observatorio Ciudadano del Agua de La Laguna, entre ellos el doctor Gonzalo García Vargas, Humberto Ignacio Campillo Ronquillo, Homero del Bosque Ayala, Liliana Santa Cecilia Rincón, Gerardo Jiménez y Miguel Hernández, quienes dicen haberse agrupado preocupados por ofrecer información a la ciudadanía con relación a la calidad y disponibilidad del agua.
Del citado proyecto respaldado por el gobierno federal que le apuesta a extraer anualmente 200 millones de metros cúbicos de líquido superficial del río Nazas para potabilizarlos y distribuirlos entre la población, se estima que la propuesta es vulnerable porque depende de los volúmenes de almacenamiento de las presas provenientes de las lluvias y los escurrimientos aleatorios, además de que es una opción temporal porque solo asegura el abasto del recurso natural durante un período corto, sin considerar que la población y la economía continuarán creciendo.
Por otra parte, se señala el alto costo del proyecto, ya que sólo para la planta potabilizadora se estima la inversión de 11 mil 641 millones de pesos, y además se hace notar que se prevé instalar parte de la obra en el último tramo del río Nazas, dentro del polígono del Parque Estatal Cañón de Fernández, un humedal de importancia internacional, por lo que, se asegura, se violarían los diversos ordenamientos que prohíben ese tipo de construcciones. Como es sabido, es precisamente por esto que la organización Prodefensa del Nazas, A.C., promovió un juicio de amparo ante la justicia federal para evitar el daño al ecosistema ripario.
Para el Observatorio Ciudadano del Agua de La Laguna, en lugar de ese proyecto, una opción más viable para reducir la brecha hídrica sería apostarle a recuperar los volúmenes de agua subterránea que actualmente se extraen y usan en forma ilegal y que presionan la oferta natural disponible, regulando las extracciones con sistemas de medición confiable mediante un proceso concertado que posibilite una transición productiva, amortiguando el impacto económico regional que traerá reducir la extracción ilícita.
PROPUESTAS
El organismo propone para atender la contingencia ambiental y social que se enfrenta por el desabasto y la mala calidad del agua, aplicar un programa de “garrafoneo” que asegure el acceso subvencionado del líquido para el consumo directo, principalmente a los habitantes de la región que se encuentran en condiciones de mayor riesgo y vulnerabilidad.
También, limitar estrictamente la extracción de agua de pozos profundos al volumen que cada uno tiene permitido, lo que implica una medición por telemetría y monitoreo estricto.
Otra propuesta tiene que ver con la necesidad de reducir al mínimo las fugas en el sistema hidráulico, y se sugiere también eficientar los modelos de explotación agropecuaria y reconvertir a modelos de menor uso de agua.
Se le apuesta igualmente a privilegiar cada vez más la eficiente reutilización de las aguas residuales, y a que se aplique la medida que anunciaron las autoridades desde hace algunas décadas en el sentido de que los forrajes para el ganado sean adquiridos en ciudades fuera de La Laguna.
El observatorio del Agua de La Laguna considera necesario ponderar y si se requiere modificar el proyecto Agua Saludable para La Laguna, ya que se prevé sacar de operación 160 pozos de agua potable, cuando al inicio de la obra, el 27 de marzo de 2021, la entonces directora de la Conagua, Blanca Jiménez Cisneros, indicó que en la región hay dos mil 600, entre legales e irregulares.
En ese sentido, se hace notar que la mayor parte de las fuentes de abasto se utilizan en el sector agropecuario, cuando la prioridad debe ser el consumo humano.
AGUA CON ARSÉNICO
También se menciona que la obra que se promueve tiene como propósito evitar el consumo de agua con arsénico, sin embargo la cantidad del líquido que se bebe es muy baja en comparación con otros usos, pues una persona toma alrededor de dos litros de agua diarios, tres si se considera que la cantidad que se requiere para cocinar.
En contra parte mantener encendido un aire lavado mediano durante la noche representa el gasto de 400 litros de agua, las lavadoras pueden consumir entre 26 y 50 litros de agua por ciclo y en promedio las cubetas que se utilizan para trapear o limpiar el piso ocupan 20 litros de agua.
Cabe resaltar que la exposición al arsénico en La Laguna es a consecuencia de beber agua, no por el contacto a través de la piel, entonces no resulta necesario eliminar el contaminante del líquido para todos los usos.
