Bajo la supervisión de personal de la Dirección de Plazas y Mercados, un total de 300 comerciantes informales que con la autorización del Municipio realizaron su actividad durante la recién concluida temporada de peregrinaciones, comenzaron a retirar sus puestos de venta que ocuparon espacios en la avenida Juárez y otros puntos aledaños del centro de la ciudad.

El titular de la dependencia municipal, Luis Bretado Ramírez, recordó que estos vendedores únicamente tenían permitido instalarse por última vez la noche del pasado lunes, por lo que en definitiva ya no podrán continuar realizando actividad comercial en los espacios que tenían asignados.

Mencionó que desde el pasado 19 de noviembre, fecha en que se colocaron los vendedores al inicio de las peregrinaciones, el personal de la dirección a su cargo realizó recorridos de inspección permanentes, a fin de garantizar el orden y la seguridad.

Para ese objetivo se coordinaron con dependencias como Inspección y Verificación, así como con Protección Civil y Bomberos, para revisar que cumplieran con las medidas de seguridad, orden y de higiene.

Bretado Ramírez informó que al término del permiso provisional se cierra con un saldo favorable, sin alguna eventualidad o reporte ciudadano.

Cabe señalar que si bien fueron 300 o un poco más comerciantes que participaron, nunca estuvieron activos todos al mismo tiempo. “Un día estaban unos y otros días se instalaban otros, lo que incrementó el número de vendedores que se beneficiaron en esta temporada de peregrinaciones”, explicó.

Como es tradición, cada año se registra gran afluencia de personas a lo largo de la avenida Juárez, desde la Alameda Zaragoza hasta la catedral de Guadalupe, situación que aprovechan comerciantes de alimentos, bebidas o productos relacionados al evento religioso, por lo que las autoridades municipales revisan que su permanencia sea en orden y con las medidas de seguridad y limpieza.