Torreón, Coahuila.- Aseguró el alcalde Román Alberto Cepeda González que en Torreón se hará todo lo necesario para suministrar a los hogares de las familias torreonenses no solamente agua suficiente sino también de calidad, al acatar para ello las nuevas disposiciones normativas relacionadas con los niveles máximos permitidos de contaminantes en el líquido destinado al consumo humano.
Al respecto, afirmó que se espera contar con el respaldo del gobierno federal, a favor de lo cual, consideró, serán de gran ayuda la buena coordinación que la actual administración municipal ha establecido de manera particular con la Comisión Nacional del Agua, en un asunto en el que igualmente se tendrá que solicitar la colaboración de la Secretaría del Medio Ambiente.
El asunto lo abordó el Alcalde al ser cuestionado sobre las implicaciones que deben atenderse a nivel local luego de que se realizaron modificaciones en la Norma Oficial Mexicana 127 de la Secretaría de Salud para que, en lugar de 0.025, en lo sucesivo sea de 0.010 miligramos de arsénico por litro el nivel máximo permisible de arsénico contenido en el agua que se distribuye para consumo humano.
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Reconoció que atender tal determinación representa un gran reto que el gobierno municipal tendrá que atender, y anticipó que “Vamos por la tecnificación del agua y vamos con todo”, aunque de momento dijo desconocer con precisión cuantos de los alrededor de 90 pozos de extracción de agua potable existentes en la ciudad se encuentran fuera del referido parámetro.
Cepeda González hizo notar que desafortunadamente al inicio de la actual administración municipal, de los 15 mecanismos con los que se cuenta en Torreón para controlar los niveles de arsénico en el agua que distribuye el SIMAS se encontraban fuera de funcionamiento, por lo que fue necesario hacer un gran esfuerzo para rehabilitarlos y actualmente todos están operando.
Ahora de lo que se trata es de tomar las medidas necesarias para que todos los pozos de extracción cumplan con la normativa, lo cual debe ocurrir dentro de un plazo de un año, y lo mismo tendrá que ocurrir con los nuevos pozos que ya se perforan y otros más que habrán de habilitarse durante los meses siguientes.