En términos legales, la Secretaría del Medio Ambiente (SMA) del Gobierno de Coahuila no cuenta con facultades para intervenir de manera alguna en el robo y uso irregular de aguas negras que se destinan al riego de cultivos de forrajes, sin embargo, no deja de reconocer que la situación que durante años ha prevalecido en el ejido San Luis implica una serie de riesgos tanto ambientales como de carácter sanitario.
La coordinadora regional de la dependencia estatal, Glenda Quintero Carrillo, refiere que es directamente el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento, y en su caso las autoridades del sector agropecuario las que deben intervenir en asuntos como el que se plantea.
Su opinión al respecto la compartió la funcionaria luego de que en días pasados volvió a cobrar relevancia la situación que durante más de 20 años ha prevalecido en el ejido San Luis, en el sector oriente de la ciudad, donde una amplia extensión de tierras de cultivo, se riegan con las aguas residuales que son tomadas de manera ilegal por un grupo de campesinos.
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Quintero Carrillo advierte que no se debe dejar pasare más tiempo sin que se resuelva esta situación que, en definitiva, representa un riesgo sanitario porque los alimentos que se producen, sean estos para el ganado o directamente para consumo humano, recogen del suelo los elementos patógenos que suelen contenerse en aguas negras, entre estos los correspondientes a heces fecales y orina, que luego a través de la ingesta se transmiten con facilidad y pueden llegar a generar distintos problemas de salud.
Además de esa cadena de riesgo que puede causar afectaciones al pasar de las plantas a los animales y de estos a los humanos a través de la carne o la leche, están los daños ambientales, pues la presencia continua de aguas provenientes del sistema drenaje de la ciudad son un factor de contaminación del suelo y del aire.
Cabe señalar que recientemente la gerencia general del SIMAS aseguró que lo que ocurre en el ejido San Luis está a punto de resolverse de manera definitiva, al emprenderse acciones de carácter técnico que impedirán que continúe el robo y uso indebido de aguas negras.