Será una Navidad diferente: Obispo de Torreón

Es el momento de desprendernos para dar aquel que más necesita

Armando Cobián Lafont | Noticias de El Sol de La Laguna

  · miércoles 23 de diciembre de 2020

Monseñor Luis Martín Barraza Beltrán, Obispo de la Diócesis de Torreón. / Foto: Verónica Salinas | Noticias de El Sol de La Laguna

Torreón, Coahuila.- El Obispo de la Diócesis de Torreón, Monseñor Luis Martín Barraza Beltrán, dejó en claro en su mensaje navideño, que esta será una navidad diferente a todas las anteriores, pues no será por la gran fiesta del encuentro físico ni de muchos regalos. “al vez en esta ocasión nos acercaremos más a lo que fue la primera navidad: un establo fue el refugio, una canoa llena de paja, la cuna rodeada de animales, silencio, frío y un cielo estrellado", destacó.

“Todo esto aderezado con la sensación del corazón de José y María al haber sido bien recibidos, es extraño que sea tan atractivo este escenario tan sobrio, como si el corazón intuyera en el la belleza de la verdad más grande. Resulta, este, un signo muy elocuente para la mayoría de los seres humanos, todos nos conmovemos ante este maravilloso espectáculo", precisó el obispo de la Diócesis de Torreón.

Frente a la situación de enfermedad, de carencias económicas y de muerte, somos invitados a contemplar al que por amor se ha hecho solidario con la fragilidad humana. Durante este tiempo de adviento hemos escuchado al profeta Isaías decir: " Digan a los de corazón apocado ¡Ánimo!, no teman he aquí que su Dios, vengador y justiciero viene ya para salvarlos. Así enfrentaban la humillación de la cautividad y animaban la esperanza de la liberación. Pero estas palabras se referían, en última instancia, al nacimiento de Jesús, por eso continúa siendo válida para nuestro tiempo. Por eso ya les digo "Ánimo, no teman", exclamó.

“Si aquellos Israelitas fueron liberados en la esperanza de los profetas, pues el anuncio del Dios con nosotros (Emmanuel) les dio fortaleza para superar la adversidad, cuanto más nosotros que hemos conocido por la fe la poderosa intervención de Dios en nuestra historia”, precisó el obispo Luis Martín Barraza en su mensaje.

“Podemos salir de esta especie de cautividad que nos agobia. Contemplamos el pesebre que nos grita que ‘tanto ama Dios al mundo que le entrega a su hijo único...no son simples palabras, sino la palabra hecha carne. Dios ha pronunciado la palabra más elocuente, porque está llena de verdad, de él mismo’".

"La elocuencia de Dios es el Don de sí mismo. No habla bonito para esconderse en la retórica, sino para revelarse. El hablar de Dios es comunicarse dar vida".

Se trata de un descenso “...se despojó de su grandeza...y se hizo semejante a los hombres". Y al interior de este descenso existe aún otro: "Y en su condición de hombre, se humilló asimismo, haciéndose obediente hasta la muerte y una muerte de cruz. El movimiento de la encarnación es él ‘trazo’ del amor e implica el despojo de sí mismo. No es que Dios se humille para chantajearnos, para provocarnos nuestros sentimentalismos y nos movamos a lástima por él. Simplemente se trata, de que Dios así es, es su verdad, nos conmueva o no. Más bien desea que entremos en su movimiento de desprendimiento, de salida de nosotros mismos, para ir al encuentro de los que no tienen un lugar digno en la convivencia social”, externó finalmente el Obispo de Diócesis de Torreón, enviando a toda la comunidad católica un abrazo de navidad.